El beneficio de la farmacéutica Lacer se dispara de 2 a 10 millones
Helmut Andress, propietario del laboratorio farmacéutico Lacer, suele quejarse en sus informes de gestión del desfavorable entorno regulatorio existente en España. Arguye que, a raíz de la crisis, las administraciones públicas han practicado constantes recortes del gasto sanitario.
Sin embargo, las circunstancias adversas no fueron óbice para que Lacer viviera en 2013 un ejercicio esplendoroso. Su beneficio consolidado se multiplicó de 2,1 a 10,3 millones de euros y permitió acrecentar el reparto de dividendos de 3,3 a 6,3 millones. El flujo de caja subió a casi 15 millones. Y todo ello, pese a que la cifra de negocio experimentó un leve recorte y cayó a 104 millones.
La actividad farmacéutica es la principal de Lacer. Su planta industrial de Cerdanyola del Vallès elabora productos cardiovasculares para el cuidado de la salud y la higiene personal. Otra fuente de negocio es la inmobiliaria. El grupo posee locales comerciales e industriales por valor de 26 millones, al margen de sus activos fabriles, que le aportaron unas rentas de 2 millones.
El perímetro de consolidación abarca la cabecera Lacer, más las filiales Efarmes, fabricante de especialidades genéricas; Qualix Pharmaceuticals, dedicada a la investigación de nuevos fármacos; la filial portuguesa Laboratorios Lacer, que vende sus productos en dicho país; y la inmobiliaria Comercial Cerdeña, que toma el nombre de la calle barcelonesa donde reside la sede social del grupo.
La casa matriz dio la vuelta a sus resultados individuales y pasó de unas pérdidas de 3,3 millones a ganancias de 9,8 millones. Efarmes y la subsidiaria lusa contabilizaron pequeños saldos negativos. Y la inmobiliaria arrojó un excedente de 0,6 millones.
El grupo escritura unos fondos propios de 125 millones y unos activos de 190. La plantilla se recortó de 456 a 405 personas. El 75% de Lacer pertenece una sociedad de cartera de Helmut Andress; el restante 25% obra en poder de una sociedad suiza.