El año de la unidad ante la crisis
Tras el fin de la crisis sanitaria, no esperábamos que nuestra voluntad de colaborar en la recuperación económica de nuestro país se diese de bruces con los prejuicios de algunos representantes públicos
Este 2021 ha sido un año histórico para el sector del juego en España. La pandemia afectó de manera considerable a nuestra viabilidad, lo que ocasionó la pérdida de numerosos empleos, tanto en medianas y pequeñas empresas como de autónomos. Aunque la Covid-19 significó un duro golpe para nuestro país, a la salida de la crisis sanitaria los empresarios quisimos recuperar de la manera más ágil y rápida todos los empleos posibles.
Lo que no esperábamos es que nuestra voluntad de colaborar en la recuperación económica de nuestro país se diese de bruces con los prejuicios de algunos representantes públicos. No contamos con que las decisiones que se estaban gestando en todo el territorio español actuarían con la voluntad de un segundo “Covid-19”, pretendiendo afectar de manera permanente y directa a la sostenibilidad de nuestra actividad y a los puestos de trabajo asociados. A pesar de que estamos acostumbrados a trabajar con los prejuicios sobre nuestro sector, nunca hubiéramos esperado una intención política tan clara de criminalizar nuestro modo de vida.
En la historia democrática reciente, desde las altas responsabilidades de un Ministerio no se había producido un ataque tan injusto y arbitrario sobre un sector económico. El clima de hostilidad y afirmaciones falsas que se utilizan contra nuestros trabajadores y empresas hace difícil el debate razonable con los reguladores, y pretende convertirnos en culpables sin siquiera querer oír los datos y argumentos. Es por esta situación vivida, y la necesidad de que se nos escuche, que los representantes empresariales del juego privado presencial y las dos mayores organizaciones sindicales, CCOO y UGT, nos hemos comprometido en alianza por la defensa de los empleos en el sector.
Patronal y sindicatos, unidos por el empleo
Por eso por primera vez en la historia de nuestro sector, hemos firmado un acuerdo exigiendo a los responsables políticos, tanto a nivel nacional como autonómico, el máximo respeto a la labor que realizan los miles de trabajadores y trabajadoras que forman parte nuestras plantillas y que cumplen su función con los máximos valores éticos y profesionales. Queremos que, como pasa con el resto de sectores económicos, cualquier medida que tenga impacto en el empleo se establezca tras el consenso entre todos los actores que forman parte de la industria.
Reducir la necesaria complejidad de nuestro sector a la mera imposición de límites arbitrarios sin impacto real en los problemas que se quieren abordar, el establecimiento de fetichismos como el de las distancias o las fantasmagorías existentes sobre el juego problemático. Todo ello ha construido un mito, que tenemos que derribar juntos y cooperando. Porque las personas vulnerables que requieren de nuestra ayuda y protección necesitan medidas que funcionen, porque quienes trabajan con nosotros, codo con codo, se lo merecen.
Más de 200.000 familias que dependen del sector
Sindicatos y patronal consideramos que le debemos una defensa a las más de 5.000 empresas que componen el juego privado en España, que en su gran mayoría son autónomos y pequeñas empresas; los 47.000 empleados de nuestros locales y salas; los trabajadores que fabrican nuestras máquinas, que con su recaudación apoyan la creación de 50.000 empleos en el castigado sector de la hostelería; en resumen, queremos defender a las más de 257.000 familias que viven de manera directa o indirecta de nuestra actividad.
También queremos hacer una defensa de nuestros clientes, que en el uso de su libertad individual disfrutan en su inmensa mayoría de una forma responsable y divertida de nuestras instalaciones y servicios, tal y como lo corrobora los estudios realizados a tal efecto tanto por el Ministerio de Sanidad como por las instituciones europeas, donde se indica que España tiene el segundo índice más bajo por trastorno de juego.
Sobre los prejuicios que algunos responsables políticos ostentan contra nosotros, poco podemos hacer salvo ofrecer nuestra colaboración en cada debate a la hora de iluminar con datos la conversación pública. Sabemos que queda un largo camino por recorrer para convencer a todos aquellos que les preocupa nuestro modelo de negocio.
Al igual que exigimos con firmeza a la Administración que nos escuche y colabore con nosotros, es nuestra obligación sentarnos a hablar y proponer soluciones hasta que se nos quede ronca la voz. Sin embargo, en una democracia como la nuestra, basada en el respeto a la ley, la seguridad jurídica y la libertad, se debe prestar especial atención cuando por motivos arbitrarios e ideológicos y con datos manipulados se pretende prohibir una actividad económica.
En España contamos con la entera disposición de todo este sector para seguir mejorando, respetando principios básicos de nuestra Constitución como la libertad individual y el derecho al trabajo. Queremos tender la mano a toda la sociedad para trabajar juntos: decisores, cargos públicos, representantes de los trabajadores, gobiernos, oposición. Queremos, y creemos que entre todos podremos, combinar defensa de los empleos con la mejor protección posible para las personas vulnerables. Si bien es cierto que 2021 ha sido un año histórico por muchas razones negativas, creemos que la unidad mostrada en el sector del juego debe ser un motivo de esperanza para sus trabajadores.