Educación, formación, innovación = crecimiento

El empresario nace o se hace. Si el espíritu empresarial es el imperativo, la siguiente pieza del rompecabezas es evaluar si este espíritu es un talento innato o una habilidad desarrollada a través de la práctica cuidadosa y la formación. Porque el progreso económico, lógicamente, está relacionado directamente con actividades de formación e innovación. Y hay una correlación entre progreso social y la actividad empresarial.

El espíritu empresarial podría ser el vehículo para la innovación. Requiere trabajar por un cambio de mentalidad e implica animar a los jóvenes a que creen sus propias empresas. Por ello, es necesario ofrecerles los instrumentos que requieran para acompañarles en su aventura. Las personas innovadoras son aquellas capaces de aprovechar las oportunidades y están dispuestas a asumir riesgos. A estos, se les llama emprendedores o empresarios.

Culturalmente, se considera que el fracaso se debe superar. Cuanto más fracaso, mejor. A veces, es la única manera de aprender. También se valora la formación continuada o permanente. Ahora es más importante que nunca. ¿Cuál es la relación entre una sociedad competitiva y una empresarial?

El capital humano constituye un factor de competitividad que determina el desarrollo económico. Crea y atrae a empresas e inversores. Este es el motivo por el que se debe desarrollar de la mejor manera posible estas competencias a través de un sistema educativo eficiente y una política de empleo adecuada a las necesidades de una economía en constante desarrollo.

Los acontecimientos de los últimos años en ambas orillas del mediterráneo, así como la crisis financiera, marcan la dirección que deben tomar los gobiernos: impulsar la formación continua y profesional y crear puestos de trabajo que puedan jugar un papel en mundo, que es abierto y global. El desafío actual es construir juntos una sociedad del conocimiento y la innovación basada en la igualdad de oportunidades.

La educación es una fuerza poderosa que puede acelerar el crecimiento económico, mejorar la distribución de los ingresos, facilitar la movilidad social y reducir la pobreza. Los beneficios que ofrece la inversión en educación no son sólo económicos, también son sociales. Esto debe ser prioritario en la agenda política.

El nivel de desempleo es consecuencia de varios factores. No sólo en España, también en toda la región mediterránea. El aumento del gasto no se ha traducido necesariamente en un mayor nivel de educación. Los sistemas educativos existentes han generado en la escuela secundaria y universidad, en muchos casos, graduados con habilidades que no coinciden con los exigidos por las empresas. Carecen de los requisitos necesarios de un mercado laboral competitivo.

Hay 3.000 millones de personas de toda la población mundial (que alcanza los 7.000 millones) que quieren un buen empleo. ¿Cómo se crean estas ocupaciones que se necesitan desesperadamente? El sector público no puede asumir el reto. Las instituciones nacionales e internacionales deberían centrarse en los emprendedores y empresarios que pueden «ofrecer» oportunidades y ayudar a buscar soluciones.

A veces, estamos ante grandes ideas de negocios. ¿Cómo cultivar a los creadores de empleo? ¿Son los líderes políticos los culpables de la falta de puestos de trabajo? ¿Cuál es el papel del empresario?

Sacar provecho del potencial humano de un país equivale a disponer de una estrategia a largo plazo supeditada a programas específicos que hagan frente a los cambios rápidos del entorno. Esta, a la vez, tiene que garantizar el respeto de los derechos de los grupos e individuos.

Se deben definir las características especificas de las políticas nacionales o regionales. Tanto en materia de gestión del capital humano para un desarrollo sostenible, como en articular los compromisos oficiales y las prácticas de los protagonistas políticas y económicas en los ámbitos de la educación, la formación y el empleo. Todo ello, sin perder de vista que es necesario un balance en términos de mejoras entre lo que se puede hacer y las perspectivas de futuro.

La educación se ha visto afectada por la revolución de la información, como cualquier otro ámbito de la vida. Ahora, es más fácil que nunca tener acceso a datos de todo tipo sobre los temas que se estudian. El software interactivo se usa para aprender y los profesores, tanto en las escuelas como en las universidades, lo pueden utilizar para evaluar el progreso del estudiante y la respuesta a los métodos de enseñanza. Sin embargo, el ritmo del cambio tecnológico también obliga a estar al día sobre las últimas tendencias en telecomunicaciones.

Sin una buena educación, no hay orden de enseñanza. Sin una buena enseñanza, no hay buena formación. Y, sin una buena formación, no habrá desarrollo económico. La educación y la formación son los valores claves del éxito de toda nación. Condena a un país a permanecer en el subdesarrollo, aunque disponga de recursos naturales, mineras u otras materias primas preciadas. El hombre y la mujer constituyen el pivote del desarrollo socioeconómico. Si no existe, no es posible ni el crecimiento ni la expansión.