Dinero negro en España
Mmm… el dinero negro sube y sube. La mayoría de medios venden como culpables a unos delincuentes insolidarios. Yo, que soy más simple, veo un claro culpable: el Gobierno. Mejor dicho los gestores del Gobierno. Los Montoro, o las Bañez y, como no, sus ejércitos de recaudadores y polisémicos cuerpos de protección del Estado denominados Hacienda y Seguridad Social.
Vamos a ser claros. Un empresario o un autónomo se retrasa un día en el pago de las cuotas de TGSS y recibe un recargo del 20%. Llamarle a eso usura es poco. Un empresario o autónomo que empieza su actividad debe pagar un mínimo de 330 euros aunque no ingrese nada. Eso es un crimen de Estado. Como comento a algunos cercanos, ¡qué emprenda en este país Rita la cantaora!.
En este país contratar a un trabajador tiene un coste patronal de casi el 30% mensual. Hay países que no pasan por tercermundistas como Dinamarca o Israel, donde es un 90% menos. Pero no son excepción. La media de la OCDE es un 50% menos.
Pero claro aquí hay que mantener 300 triples estructuras, miles de políticos, medios de comunicación cautivos y alguien debe de pagarlo. Y aún se pregunta Montoro, ¿por qué hay dinero negro? Pues Monti “por tu ineficacia”. En vez de perseguir a quien crea empleo, persigue a las grandes corporaciones como te recuerdan los técnicos de Hacienda a diario.
Aquí nos permitimos en 1975 hacer una amnistía penal que incluía a muchos asesinos y somos incapaces de dar una oportunidad a todos aquellos que han emprendido y han tropezado. Perdón, sí, también una amnistía a los ricos con millones en Suiza u otros paraísos fiscales. Montoro, ni en esa aciertas. Claro, ¡qué podemos esperar de un Gobierno que lo más que ha pisado la calle ha sido para pasear su perro!.
Pero se lo pongo fácil a Montoro. Quizás no baje a la calle, pero seguro que alguno de sus asesores lee este artículo. Empiece por facilitar las cosas a quien emprende o a quién ha intentado emprender. Y tenga las narices –habría puesto algo más vulgar– de hacer algo cabal en su gestión.
Tres medidas simples:
1- Amnistía fiscal y de seguridad social a todos aquellos que hayan administrado una empresa y hayan sido calificados como fortuito en un concurso. Obligamos así a que no se cierre bajando la persiana y todo el mundo pase por el juzgado cuando tenga problemas. Refuerce los mercantiles si es necesario. Pero piense, ¿por qué cierran centenares de miles de empresas en España y sólo decenas de ellas pasan por un concurso?. Incentivemos los concursos. Creamos un status gratuito para presentarlos. Si es una obligación, demos facilidades. Y si un empresario o persona física lo pasa y el fiscal más el juez consideran que ha sido fortuito, esa persona, tanto física como responsable de una empresa, se queda con deuda cero en Hacienda y TGSS. Son pocos los verdaderos emprendedores, ¡así que no los matemos o los obliguemos a lo negro!.
2- Reduzcamos al mínimo los autónomos para actividades menores. En el modelo de Reino Unido, los autónomos pagan 20-30 euros al mes y no la “estúpida” necesidad de pagar a Hacienda en ingresos inferiores a 40.000 euros por año. Hasta los estudiantes que dan clases particulares se darían de alta. Eso si, en contrapartida sería necesario un control férreo a quien lo incumpla. Hay miles de personas que no entran como autónomo porque es una auténtica burrada el precio al inicio de la actividad.
3- Por último, el módelo Israel o Dinamarca en la cuota patronal. De ese 30%, bajemos a niveles de menos del 5%. Pongamos ese dinero en el bolsillo de los trabajadores o empresarios. Seguramente así contratarán más gente. Y como no, ¡eliminemos las sanciones cafres del 20% por retrasarse un día!.
Son tres simples medidas que no harán aflorar el dinero negro, sino que harán que se reduzca a lo mínimo. Hay dos tipos de dinero negro: el de supervivencia que tenemos que recuperar haciéndolo entrar en el sistema, y el de los chorizos que debemos perseguir hasta el final.
Usted confunde uno con otro y los trata igual. Perdone ministro, pero no es lo mismo robar por hambre que por avaricia. Debemos hacer algo muy simple y es ofrecer mecanismos a los que necesitan dinero negro como forma de supervivencia para que les valga la pena pagar impuestos como única forma de vivir en este país.
Y, además, no se engañe Montoro. Sin el dinero negro usted no sería ministro, ya que el pollo que tendría montado en las calles le habría hecho desaparecer hace tiempo del escenario. Lo hemos dicho por activa y por pasiva: en los momentos difíciles no hacen falta gestores de Esade, Iese o catedráticos (claro ejemplo en Catalunya), sino auténticos profesionales. Y perdone Montoro, pero esos tipos no vienen de la universidad, sino simplemente vienen de la calle. Algo que lamentablemente en su Gobierno desconocen.