El día que Pablo Iglesias inventó Fox News
Su objetivo no es ni de lejos competir con la derecha, eso se la trae al pairo, sino más bien hacerse con la hegemonía la izquierda
Supongo que ya se habrán enterado de que tras el indiscutible éxito de La Base, ya saben, el Podcast pensado, dirigido, guionizado, interpretado y hasta doblado a diversas lenguas muertas por el ex-vicepresidente del gobierno Pablo Iglesias Turrión, el también ¿exílider? de Unidas Podemos ha anunciado el lanzamiento de un canal de televisión por internet para el que ha solicitado ayuda a sus fans a través de una campaña de crowdfunding en la que en menos de un día ha logrado alcanzar su objetivo de recaudación, nada menos que 100.000 euros.
Un canal para el que, según escriben diversos medios de comunicación, ya cuenta con el apoyo del magnate Jaume Roures, ya saben, nuestro particular William Randolph Hearst patrio: adjudicatario de la última licencia de televisión en abierto de nuestro país, muñidor de proyectos mediáticos como La Sexta, Mediapro o el diario Público y además poseedor exclusivo de los derechos televisivos para España del mundial de Qatar. Casi ná.
Dice Iglesias en el vídeo de presentación de Canal Red (así se llamala cosa) que su objetivo no es otro que acabar con el “monopolio” (sic) que “la derecha” (sic, sic) “impone” (sic, sic, sic) a los medios de comunicación, una situación que él quiere romper ofreciendo generosamente a “los de abajo” (sic, sic, sic, sic) un espacio mediático que aspire a representarlos.
Curiosamente -bueno en realidad no tanto- la misma argumentación que un oscuro asesor del ex-presidente norteamericano Richard Nixon llamado Roger Ailes utilizó para crear Fox News, una cadena de televisión fundada en 1996 y que, convenientemente regada por los multimillonarios más reaccionarios de EE.UU, al cabo de pocos años se convirtió en la columna vertebral primero del ultraconservador Tea Party y más tarde del mismísimo Donald Trump.
Pero al igual que hizo el ínclito Roger Ailes en la hora fundacional de Fox, don Pablo tampoco nos dice toda la verdad, ya que su objetivo no es ni de lejos competir con la derecha, eso se la trae al pairo, sino más bien hacerse con la hegemonía la izquierda creando el embrión de un acorazado mediático, cultural y finalmente político que logre por lo penal lo que él no consiguió por lo civil, esto es, sustituir al PSOE como primer partido en este ámbito ideológico y ejercer el poder aunque sea por persona interpuesta.
Iglesias, admirador convicto y confeso de conocidos aútócratas, ya experimentó -y reconoció- cuando era vicepresidente del gobierno de España que esto de gobernar en una democracia liberal era muy cansado: La maldita división de poderes, los aburridísmos mecanismos de check & balance, el rollo de tener que acudir al parlamento a dar gestión, el consejo de estado, los jueces, el tribunal constitucional, las normas de gasto de las administraciones, los funcionarios…
Esto del poder no era como él se había imaginado, por lo que, aprendida la lección, ya no busca gobernar por si mismo, sino convertirse en un poder fáctico unipersonal capaz de condicionar la agenda política del país desde una torre de marfil blindada con la que los distintos gobiernos, singularmente los progresistas, no les quede más remedio que negociar.
Alguien debería recordarle que incluso tras haber sido capaz de levantar un imperio mediático descomunal, incluso el mismísimo Robert Ailes terminó siendo expulsado por su padrino y máximo fina Rupert Murdoch de la dirección de Fox News.