¿Desconexión?

Desconexión no es lo que ha aprobado el Parlamento de Cataluña con gran escándalo de los medios españolistas y centralistas. Desconexión es la acumulación de noticias sociales y económicas que muestran cómo la sociedad española y la catalana gravitan cada vez más en órbitas más distantes.

El crecimiento en afiliados a la Seguridad Social en Cataluña se distancia de España. La tasa de variación es del 3,60% en Cataluña, y del 2,73% en España. Cataluña en pleno proceso soberanista y de boicot del Estado crece 14 trimestres seguidos más que España.

De enero a mayo, Cataluña ha exportado más del doble que la siguiente Comunidad Autónoma, destacando el sector químico, los bienes de equipo y la automoción. En el mes de mayo la exportación se aceleró en un 4%.

Las previsiones de la autoridad en transporte sobre movimiento de mercancías a la península para el 2030 indican que por el eje Madrid-Zaragoza pasarán de 13 a 23 MT. El eje mediterráneo en Barcelona será de 50 a 84 MT.

El Puerto de Barcelona vuelve a batir récords de exportación con China como primer destino, seguida de los Emiratos Árabes, Argelia y Estados Unidos. En importaciones el ranking es China, Corea del Sur, Turquía, la India y los EE.UU.

Continúa el boom turístico. Los problemas en Turquía y otras zonas mediterráneas han desviado todavía más turistas hacia Cataluña. Sólo en crucerismo, los viajes en origen o destino Barcelona, que son los que dejan más dinero, han crecido un 15% respecto al año anterior.

Según una encuesta elaborada por Barcelona Centre de Disseny, la ciudad es considerada en cuarta posición tras Londres, Nueva York o Berlín. Y siguen Milán, Tokio, París, San Francisco, Amsterdam y Copenhague. A la pregunta de cuál es la ciudad global emergente más destacada, Barcelona quedaba en la primera posición, seguida por México DF, Seúl, Pekín, Dubai y Helsinki.

Continúa de forma discreta la dinamización de todo el territorio catalán y sus empresas e instituciones locales hacia los objetivos del RIS3CAT, orientando estratégicamente hacia objetivos de excelencia que ya tienen y tendrán su premio en las ayudas europeas y en el mercado.

Aquellos ámbitos dependientes del gobierno de Madrid en Cataluña, en cambio también son de otra galaxia en relación a España. Una semana más de escenas dantescas de gente en las vías o en trenes parados a Cercanías, cerrados y sin aire acondicionado, mientras el Estado se gasta 2.642 milliones de euros en 30 nuevos AVE. Una semana más de irregularidades en la gestión de AENA en el Prat de Llobregat.

La hoja de ruta trazada por Bruselas en España, a cambio de no imponer la multa, significa recortes de 15.000 millones de euros (más 5.000, más 9.000 en años sucesivos), casi la misma cantidad que, según reconocían los barones regionales del PSOE y PP, se echarían de menos si Cataluña se emancipara o simplemente accediera a un concierto a la vasca.

El centro estadístico Statista destaca que España es el país más corrupto de la Unión Europea. En la misma semana donde la jueza acusa el Partido Popular por el formateo reiterado (30 veces) del disco duro de Bárcenas para evitar dar pistas de la corrupción. Y la misma semana donde roban el ordenador del juez anticorrupción de Murcia que estaba investigando el Partido Popular. Debe de ser obra del ángel Marcelo.

Y no continúo para no abusar del espacio. Lo que ha pasado esta semana en el Parlamento sólo es la punta del iceberg; aquello que el marxismo clásico clasificaría como la superestructura. Es la infraestructura catalana  (el iceberg entero: sociedad y economía) la que hace tiempo que navega en dirección opuesta a la de España. Y la infraestructura es la que, tarde o temprano, acabará condicionando la política. Parece extraño que las izquierdas de tradición marxista y de estética revolucionaria no se enteren, votando en el Parlamento contra los cambios ineluctables

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