Del pacto a la ficción

A raíz de la publicación del título de ED Libros, Cuando pintábamos algo en Madrid, de Josep López de Lerma, y de su presentación en BarcelonaEconomía Digital propone un debate real sobre la situación en Cataluña y las posibles salidas con la aportación de distintos protagonistas. Desde distintos puntos de vista, como el del colaborador de ED, Agustí Colomines, o el del ex presidente de la Generalitat, José Montilla, el objetivo es promover un debate que se antoja urgente y necesario, con voces importantes como la del ex dirigente de Unió Democràtica, Jordi Casas, miembro de la plataforma Portes Obertes al Catalanisme:

El ‘mandato democrático’ más importante que tiene un político electo es ejercer el diálogo, el pacto y la transaccion. Sólo este modo de proceder garantiza el progreso, la estabilidad y la cohesion social. Es imprescindible, cuando se forma parte de un Parlamento, escuchar con atencion las intervenciones de los diputados que no formen parte del grupo parlamentario propio.
En primer lugar, porque siempre se aprende algo –la razón siempre es compartida– y, en segundo lugar, porque es la única forma de generar la empatía necesaria para un diálogo profundo que acabe en acuerdo y transaccion. Este proceder, que se practicó, y con un excelente resultado, hizo posible la transicion, la Constitucion del 78 y el Estatuto del 79.

Sin duda, estos grandes acuerdos políticos han llevado a España y a Catalunya a uno de los periodos de más progreso político, económico y social de nuestra historia. Y el catalanismo político estaba ahí. Esta afirmacion, que para algunos es hoy políticamente incorrecta, es imprescindible para encarar con éxito las imprescindibles reformas que require nuestro ordenamiento constitucional.

Sólo reconociendo la realidad se puede avanzar, desde la ficción nada es posible.

Los tiempos del grupo parlamentario de Minoría Catalana, a la que tuve la suerte de pertenecer, hicieron posible consolidar el poder político de la Generalitat de Catalunya. Hoy, despreciando la importancia y trascendencia histórica de aquella accion política, algunos la llaman despectivamente, y denostándola, la política del peix al cove, cuando el resultado fue la mayor cota de poder político que ha tenido la Generalitat de Catalunya en toda su historia.

Hoy, lamentablemente, algunos utilizan la actividad parlamentaria en Madrid para hacer declaraciones rimbombantes, que no van a ninguna parte ni consiguen beneficio alguno para la sociedad.

Lo más grave es que los propios diputados lo saben. Prefieren mantener la ficción en vez de gestionar, con eficacia, la realidad.

Sin respeto al principio de legalidad no hay diálogo democrático posible. Minoría Catalana, como explica certeramente López de Lerma en su libro Cuando pintábamos algo en Madrid (ED Libros), ha sido fundamental para el desarrollo democrático de España en su conjunto y de Catalunya en particular.

Fue un grupo parlamentario respetado y tenido en cuenta por todas las fuerzas políticas. Actualmente, los que protagonizan lo que fue Minoría Catalana, están enrocados en discursos emocionales y de confrontación, pasando a la más absoluta irrelevancia.

Catalunya no ha ganado nada en este tiempo, tampoco el último Gobierno del Partido Popular ha facilitado las cosas, pero los responsables de su actuación política son los propios diputados. Externalizar responsabilidades es políticamente inmaduro. Salir de la actual situación requerirá transitar de la ficcion al diálogo, al pacto y a la transacción

Jordi Casas Bedós, ex diputado de CiU, y ex delegado de la Generalitat en Madrid