De subasta

Mientras no llega el Estado propio, el día a día es muy crudo. La quiebra del Estado español y la ineptitud de su clase dirigente nos llevarán a la miseria.

Hemos hablado de esto otras veces. En los nuevos presupuestos se continúan construyendo AVE inútiles, no hay ninguna reforma en profundidad: desaparición del Senado y las provincias, clausura de los ministerios con las competencias transferidas… Al contrario. Se utiliza la relajación que Europa ha concedido en España por el cumplimiento del déficit, para apretar más a las autonomías (en el terreno de la sanidad, la educación y los servicios sociales), mientras el aparato central gana margen por las dos bandas –Europa y autonomías– para alargar y aumentar el peso de su dominio.

El prestigio de las instituciones españolas está por el suelo. El Rey al que la bravata anti independentista sólo le puede haber hecho recuperar fans locales, es ridiculizado internacionalmente, así como Rajoy, tildado por la prensa anglosajona de mentiroso.

Lo que decíamos, si el electorado da carta blanca a Mas, el ritmo hacia el estado propio nos puede haber dejado exhaustos por el camino. Por eso, vemos como gracias al doble recorte, la de Rajoy y la de Mas, las pymes innovadoras no tienen apoyo para salir adelante; y están en riesgo de hundirse pilares básicos de la economía del conocimiento, con bajadas suicidas de los presupuestos por búsqueda e innovación (en salud un 50% menos). No queda otra cosa que volver a generala.

Los gestores de conocimientos de pymes, centros tecnológicos y centros de búsqueda tienen que cambiar urgentemente los planes estratégicos. Que hagan planes que prescindan totalmente de la financiación pública local –catalán o español– y acentúen su excel·lència para concurrir en programas europeos (Catalunya optaba generalmente entre el 25% y el 50% en la captación de estos programas).

Pero todavía más. Recomendación urgente: cambio estructural de orientación. Búsqueda básica o aplicada pensada para dar soluciones generalizables y no sofisticadas a los problemas de la sostenibilidad y la salud humana y que mejoren los bienes intangibles de la cultura y la creatividad.

Tiene que ser una búsqueda que promueva la entrada de empresas en los espacios científico-tecnológicos y que dé entrada a las pymes con programas de doctorados y proyectos de fin de carrera duales, donde futuros ingenieros o licenciados y doctores hagan sus proyectos vinculados a las necesidades de una pyme o de una empresa o administración pública.

Y una vez asentado el cambio conceptual, que haga bajar a algunos de la torre de marfil donde se encontraban, que busquen alianzas o simplemente que creen franquicias de centros de búsqueda y tecnológicos de la zona de la Europa del conocimiento y el bienestar, la que no está en el euro.

Noruega, Suecia, Suiza, Israel…. Os aseguro que hay grandes oportunidades. Ahora que nos toca bajar del burro y trabajar por objetivos, nuestros precios de las factorías del conocimiento empiezan a ser baratos. Para un centro noruego, la externalización en la China ya no sale por anticipado ni en precio ni por distancia física y psicológica.

Una delegación científico-tecnológica en Barcelona es una joya. Es la hora de la subasta del conocimiento. Y en este camino quedarán los mejores. Quienes hayan vivido de espaldas al mundo y en el mercado cautivo de la financiación pública local, les veo un futuro magro.

Por cierto, si el Estado catalán llegara más temprano del previsto, en líneas generales continuaría siendo válido el que acabo de recomendar.