Corporación Dermoestética achatarra sus acciones

La compañía valenciana Corporación Dermoestética, titular de una cadena de clínicas de cirugía embellecedora, ha reducido el valor nominal de sus acciones de 90 céntimos a 10 para enjugar las pérdidas del balance y recomponer el equilibrio patrimonial, dañado como consecuencia de la acumulación de pérdidas. Ello implica que el capital societario, cifrado en algo más de 6 millones de euros, baja de una tacada a 672.000 euros. De un plumazo contable, el 89% del patrimonio empresarial se ha evaporado.

Dermoestética tiene notoriedad porque durante un tiempo aciago sus acciones cotizaron en bolsa. Dio el salto al parqué en el verano de 2005, mediante la colocación entre el ahorro privado de un lote de acciones equivalente al 40% de su capital. El presidente y propietario, José María Suescun Verdugo, vendió los títulos como si fueran oro molido a 9,1 euros y propinó un suculento pelotazo de 70 millones de euros. Hace justo un año, Suescun lanzó una opa sobre las mismas acciones que había vendido ocho años atrás y excluyó a Dermoestética de la bolsa. Pagó a los inversores 0,33 euros por acción, con un desembolso total de 2,7 millones.

La permanencia de Corporación Dermoestética en el parqué se resumen en dos datos demoledores: unas pérdidas acumuladas de 90 millones y un desplome de la cotización del 96%.