Coronavirus y el nuevo patriotismo italiano

Los italianos entienden que el coronavirus solo se puede combatir adquiriendo cada individuo el fuerte compromiso individual

Estos días he podido constatar directamente, a través de amigos que viven en Roma y en Milán, que, más allá de los aciertos y errores del Gobierno Italiano, los ciudadanos se han puesto al lado del Estado.

Este nuevo patriotismo italiano, basado en la recuperación de valores cívicos como la solidaridad, el civismo, la colaboración y el respeto a las normas, está desplazando al egoísmo.

Muchos italianos han advertido que no es posible cerrar los ojos ante la evidencia de que el coronavirus solo se puede combatir adquiriendo cada individuo el fuerte compromiso individual como ciudadano para evitar el contagio.

Las cuatro Italias que siguen latiendo como realidades enfrentadas, como es la Italia norte, la Italia del “novecento”, la de los estados pontificios y la de las dos Sicilias, hoy son una sola Italia.

Apoyando la campaña #yomequedoencasa, el bailarín Marco Messina, de la compañía de ballet del Teatro alla Scala expresa: “En este momento de gran emergencia no hay que tener miedo, sino respeto y confianza. Respeto a las normas que se nos imponen y confianza en las personas competentes. Miles de personas en Italia están en dificultades, miles de médicos, enfermeras y personal de salud nos están dando lecciones de vida a diario”.

El nuevo patriotismo en Italia es de carácter cívico, alejado de la retórica «Dulce et decorum ets pro patria mori» (dulce y honorable es morir por la patria) que aún se puede leer en algunos monumentos en Italia.

Seguir las indicaciones del Gobierno ya no se discute en Italia

La Italia dividida y enfrentada, surgida como consecuencia de los prejuicios sobre los inmigrantes, de la reivindicación nacionalista de la Liga Norte que gritaba desde su feudo “Roma nos roba” mucho antes de que el nacionalismo catalán la emulara con su “Madrid nos roba”, ha quedado, momentáneamente, olvidada.

El ejemplo italiano permite visualizar hasta qué punto la batalla contra el coronavirus se ganará gracias al civismo y el respeto a las normas. Quedarse en casa o, si se sale, cumplir con los protocolos sanitarios se ha convertido en un imperativo que moviliza a todos los italianos frente al miedo.

Seguir las indicaciones del Gobierno ya no se discute y toda la clase política cierra filas para evitar la división y la desorientación.

Lo que no quita que artistas como Gianluca Foresi criticaran al Ejecutivo italiano y exigieran que los políticos sacrificaran un mes de su sueldo para dárselo a la cultura que vive un momento muy difícil por el cierre de sus espacios actividad pública, como el teatro.

España ha decidido aprender de un movimiento espontáneo italiano que ha nacido al constatar que esta batalla no se ganará lanzándose los platos unos a otros.

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