‘Conveniència i Unció’
No, no se equivoquen. Unción entendida en su acepción marinera (costumbre lingüística alimentada por Artur Mas en los últimos tiempos): vela muy pequeña que llevan las lanchas pesqueras y que se iza en el castillete de proa cuando, por haber peligro de zozobrar, se arrían las otras (RAE dixit).
Conveniència i Unció fue una calificación que un ilustre hombre de la universidad barcelonesa (de aquellos añorados) utilizó en tiempos pretéritos para bautizar a una federación de partidos que con orígenes y procedencias diversas han ocupado juntos primero el centro y con el paso de los tiempos el centro-derecha catalán.
Hoy, ambos partidos caminan sobre una pista de hielo. Los dos tienen problemas de transparencia y corrupción de los que sentirse avergonzados. Es más, tremendamente pesarosos. El mayor de ellos, además, tiene problemas de liderazgo interior bastante notables. El segundo, un problema de tamaño.
Como muchos lectores están cercanos al mundo de la empresa por oficio, profesión, convicción o realidad, me permito proponerles un análisis con claves no convencionales de lo acontecido en ambos partidos.
Si Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) fuera analizada por un consultor podría concluir que ha tenido un problema de gestión. Sus dos principales líderes, Artur Mas y Oriol Pujol, son como aquellos hijos y nietos de empresarios que dilapidan el patrimonio heredado en aventuras de diversificación. Mas recibió el capital político (los activos) de la formación. Desde que fue nombrado CEO, la situación de mercado de la federación nacionalista se ha desplomado y, para más inri, ha conseguido que la competencia le coma cuota de mercado en un tiempo récord.
Nos diría el hipotético consultor (por cierto, que no será de Alta Partners) que Pujol Ferrusola, hereu del negocio familiar, parece un gestor trabajador, pero un pelín egoísta. Quizá le ha podido la búsqueda de una política de reparto de dividendos. Aquella cultura de atesorar en tiempo presente para garantizar el futuro no parece ser de su agrado.
En el caso de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), y de su líder Josep Antoni Duran Lleida, el análisis de trayectoria es peor. Lo habían logrado todo desde un pequeño negocio de pueblo. No tienen casi activos, tampoco deuda, pero pese a su escaso tamaño eran los que orientaban a la patronal del sector. Sin grandes estructuras, sus dirigentes actuaban como grandes gestores. A la práctica, todo un ejemplo de competitividad empresarial. Pero un problema de posición en el mercado y otro de reputación social amenaza con finiquitar ese proyecto. Siempre, claro, con la metáfora empresarial en el frontispicio y mucha formación acumulada en el bolsillo. Por cierto, y permitan que salga de la carretera un segundo, ¡qué zapatillas azules tan glamurosas las de Duran…!
Cuando CiU atravesaba los desiertos en la época de Maragall y Montilla, la federación nacionalista se reagrupó, como armagasa en la construcción, y aleccionó sobre los principios de resistencia. Hoy vuelve a cimentarse sólo en el poder, como antaño. Por más que Duran Lleida siga masajeado diariamente por el grupo editorial dominante y la televisión pública catalana que controla Mas oriente a la opinión pública en un sentido unidireccional, la organización política que simbolizó el posibilismo, el pragmatismo burgués y el seny catalán ha saltado por los aires en muchos sentidos.
Por eso, y aunque la terminología Conveniència i Unció resultase un metafórico invento de un antiguo tarradellista hoy recupera su vigencia. Su futuro como colectivo pasa por acuerdos de conveniencia y por algo más que la unción divina. Lo que más peligra hoy de CiU es la “i”.
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TRATAMIENTO DE CHOQUE SEMANAL:
Supositorio matinal >> Se rumorea desde hace días por los mentideros de la Ciudad Condal que Carlos Arbó, el artífice de una estafa piramidal a algunos ricos de Madrid y Barcelona, no estaría huído en Brasil, como inicialmente se rumoreó, sino que su paradero es más cercano, en las islas Baleares. De hecho, este era un destino habitual de su familia en tiempos de esplendor empresarial. Las dificultades de los afectados para saber de su paradero son máximas, puesto que una buena parte de los fondos evaporados tenían orígenes opacos a Hacienda, hecho que ha evitado la interposición de denuncias.
Supositorio nocturno >> El día de los enamorados, el empresariado catalán se reivindica. Pero no todos están enamorados. El jueves, en Foment del Treball, se convocó un ágape que tenía por objeto sumar al máximo de organizaciones del ámbito patronal a ese encuentro del 14 de febrero en el palacio de congresos de Montjuïc, pedirles 3.000 euros a cada una de ellas y presentarles la nota de prensa que se divulgó unas horas después. Hubo dos organizaciones que no lo secundaron. Una, el Cercle de Economía, representado por Marta Angerri, usó la evasiva de que debían estudiarlo internamente. Otra, más clara, dijo no compartir la estrategia. Se mostró favorable a tender puentes entre Barcelona y Madrid y discrepó del acto. Si lo desean, pueden especular en los comentarios sobre cuál fue la organización que dejó a Gay de Montellà sin la casi unanimidad y sin 3.000 euros.