Constituimos la República de la Masía Catalana
La Masía Catalana restaura su soberanía después de décadas de intentar la convivencia con los pueblos del Latifundio
A todos los pueblos del mundo.
Nosotros, la inmensa mayoría de la Masía Catalana -70 aparceros y aparceras de 135-, constituimos la República de la Masía Catalana como Estado Independiente y Soberano, de Derecho, Democrático y Social.
Constituimos la República de la Masía Catalana de acuerdo con la Justicia, los Derechos Humanos, la Legitimidad Histórica, la Tradición Jurídica e Institucional y la Identidad Nacional, Cultural y Lingüística de la Masía, así como con el inalienable Derecho a la Autodeterminación de las Masías colonizadas del mundo.
La Masía Catalana restaura hoy su plena soberanía, perdida y largamente anhelada, después de décadas de intentar, honesta y lealmente, la convivencia con los pueblos del Latifundio.
El Latifundio ha respondido a esta lealtad con la denegación del reconocimiento de la Masía Catalana como una nación y ha concedido una autonomía limitada, más administrativa que política y en un proceso de recentralización; un tratamiento económico profundamente injusto y una discriminación lingüística y cultural que margina la identidad masovera.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque en el referéndum de autodeterminación, celebrado el día de Sant Isidre Llaurador, el 42 por ciento de los aparceros y aparceras así lo quisieron pese a los intentos del Latifundio que quiso impedir la consulta a través de la violencia aduciendo que era ilegal.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque -siguiendo la petición de la comunidad internacional- después de un plazo prudencial en que la aplicación del resultado del referéndum fue suspendido, el Latifundio ha sido incapaz de aceptar una solución negociada sobre el derecho a la autodeterminación de los aparceros y aparceras de la Masía Catalana.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque el Latifundio ha negado cualquier posibilidad de mediación interna o internacional, ha respondido con amenazas contra el Movimiento Nacional Junts per la Masía, y ha procedido a la detención y prisión provisional de los líderes de la Asamblea Nacional Aparcera y Òmnium Terra.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque la pertenencia al Latifundio –que ha suspendido el Estatuto Masovero y decenas de leyes masoveras y ha rechazado 18 veces la posibilidad de pactar un referéndum- es imposible.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque el Latifundio –a través de los tribunales y la intervención de las cuentas ha liquidado el autogobierno masovero- ha imposibilitado cualquier otra alternativa.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque no podemos perder más tiempo con aquellos que han decidido arrasar nuestro autogobierno.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque el Latifundio no ofrece ninguna opción distinta a la del vasallaje.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque el Latifundio amenaza con la suspensión de la Generalitat Masovera, la disolución del Parlamento Masovero, la detención del Presidente Masovero y la intervención del Cuerpo de Mossos de Aparceros y Aparceras. También, el control de la Radiolevisión Masovera.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque la independencia no solo es justa, sino que se ha convertido en una necesidad. Es la única salida que queda a los aparceros y aparceras para proteger sus instituciones y sus derechos fundamentales.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque estamos obligados a proclamar la independencia para hacer efectiva la voluntad de los aparceros y aparceras expresada en las urnas.
Constituimos la República de la Masía Catalana, porque es la vía defensiva que permite que el Latifundio no nos aplaste. Una cuestión de legítima defensa.
La Constitución de la República de la Masía Catalana, se fundamentará en la libertad, la seguridad y la convivencia de todos los aparceros y aparceras de la Masía en el marco de un Estado de derecho y una democracia de calidad superior.
La Constitución de la República de la Masía Catalana, haciendo honor a la tradición pactista masovera, tiende la mano al Latifundio para resolver el conflicto por la vía del diálogo, sin condiciones, entre pueblos soberanos. La negociación deberá ser, necesariamente, en pie de igualdad.
La Constitución de la República de la Masía Catalana reafirma la fraternidad y solidaridad con el resto de pueblos del mundo y, en especial, con aquellos con los que compartimos legua, cultura e identidad masoveras.
La República de la Masía Catalana inicia el proceso constituyente, democrático, transversal, de base ciudadana, participativo y vinculante.
Por todo ello y para todo ello, apelamos a la Comunidad Internacional y a la colaboración de los aparceros y aparceras en defensa de la República.
¡Viva la Tierra!