Congelados Eismann regresa al beneficio, tras cinco años de pérdidas

La compañía Eismann, dedicada a la venta a domicilio de platos preparados congelados, regresó el año pasado a la senda de la rentabilidad. Logró un flujo de caja de 275.000 euros y un beneficio neto de 82.000 euros, frente a 1,7 millones de pérdidas en 2012.

Las cuentas de resultados de Eismann acumulaban un lustro en números rojos. Su huella todavía se aprecia en los recursos propios, que se cifran en 733.000 euros negativos y en las pérdidas arrastradas pendientes de compensar, por importe de tres millones. Las ventas de la casa bajaron el año pasado de 28,9 a 24,8 millones.

Eismann tiene la sede en Barcelona y es filial de su homónima germana. Arribó al mercado español a comienzos de la década de los noventa. Primero desembarcó en Catalunya. Cuando ya se había hecho un hueco en el mercado, abordó la expansión por Madrid y la zona centro, y luego por Levante.

Su crecimiento alcanzó la cúspide en 2007 y 2008, justo cuando la crisis ya había hecho acto de presencia, con un giro de 36 millones. A partir de entonces, las ventas comenzaron un declive que ha supuesto perder un tercio de los ingresos y cinco años consecutivos de pérdidas.