Cifras y mentiras de las manifestaciones
Para que nadie se equivoque: este artículo no solo desmonta la teoría de las cifras de las manifestaciones millonarias de ayer, sino de cualquier otra en España. Incluso de los millones que llenaron la plaza de Oriente (Madrid). Llegar al millón de manifestantes es una utopía, aunque políticamente sea rentable. Antes de seguir no quiero dejar de rendir homenaje a la gente de la empresa Lynce y el colectivo Constrantant, que tuvieron que cerrar hace meses, y que fueron unos aventajados en la medición de personas en las manifestaciones.
Seamos francos, calcular la gente que acude a una manifestación no es complicado. Otra cosa distinta es lo que queramos o nos quieren hacer creer. Para simplificar el tema, tenemos que considerar dos factores clave. Por un lado, los metros cuadrados por donde está situada la gente y, por otro, la densidad de personas en cada momento. Como la gente actúa como un fluido y se mueve, lo más complicado es tener una imagen fija de un momento dado. Para esto, la ayuda de helicópteros es esencial.
En el caso de la manifestación independentista de Barcelona vamos a ser optimistas y valoraremos en su medida –quien conozca la ciudad y estuviera ayer verá que hemos tirado de hipótesis realmente muy optimistas–. Tomamos en consideración cuatro ejes, muy pero que muy amplios. Las mediciones se han efectuado mediante imagen satélite y puede haber errores concretos.
Eje 1: Gran Via. De las calles Aribau hasta Bruc. Longitud 1.000 metros. Ancho medio 30 metros. 30.000 metros cuadrados.
Eje 2: Passeig Gracia. Desde la Diagonal a plaza Catalunya. Longitud 1.300 metros. Ancho medio 40 metros. 48.000 metros cuadrados.
Eje 3: Pau Claris. Desde la calle Valencia a Port. Longitud 2.000 metros. Ancho medio 20 metros. 40.000 metros cuadrados.
Eje 4: Passeig Colom. De las Ramblas a la Ciutadella Longitud 1.200 metros. Ancho medio 35 metros. 42.000 metros cuadrados.
Partimos de que esos ejes están completamente llenos. Dato que sabemos que no es correcto, ya que la manifestación cubría zonas más reducidas. También tenemos que considerar que no toda la amplitud de las calle estaban cubiertas. Pero, aun así, validemos que estaban llenas. Recordemos que incluso en algunos ejes indicados había coches circulando. Pero aun así, usaremos esta hipótesis de partida.
Hipótesis 1. Densidad de una persona por metro cuadrado.
Que esos ejes totalmente llenos tuvieran una densidad de una persona por metro cuadrado. Es una densidad considerada grande. Permite caminar con dificultad. En este caso, considerando la afluencia completa, el resultado seria de 160.000 personas.
Hipótesis 2. Densidad de dos personas por metro cuadrado.
Que esos ejes totalmente llenos tuvieran una densidad de dos personas por metro cuadrado. Es una densidad considerada brutal. Difícil avanzar y caminar. En este caso, considerando la afluencia completa en los cuatro ejes, el resultado seria de 320.000 personas.
Hipótesis 3. Densidad de tres personas por metro cuadrado.
Que esos ejes totalmente llenos tuvieran una densidad de tres personas por metro cuadrado. Es una densidad excepcional. Uno prácticamente no se mueve. En este caso, considerando la afluencia completa en los ejes, el resultado seria de 480.000 personas.
Vamos a ser francos, densidades de cuatro personas o más como algunos medios afirman, de gente con banderas, carritos de coches, y encima que se pueda caminar son inviables en estos casos.
A partir de ahí, cada uno puede extraer sus números. Quien ha estado sabe qué zona se cubría, en qué zona se caminaba y en cual no. Creo que nadie de los presentes puede decir que los cuatro ejes citados estuvieran llenos y no se pudiera caminar –fuera de lugares concretos–. Algunos tramos sí, pero enteros, todos enteros, sin coches o autobuses aparcados, no es cierto. Pese a quien pese. Por lo que los números tienen un fuerte error más por exceso que por defecto.
Como dato referente para llenar con la fantasía de un millón y medio de personas el centro de Barcelona, deberíamos llenar por completo entre 30 y 40 calles del barrio del Eixample de principio a fin. Sin coches, con la gente bien agrupada (unas tres personas por metro cuadrado), y sin posibilidad de caminar. Si alguien considera que todos esos metros cuadrados de Barcelona estaban así, realmente miente.
Había gente, mucha gente, pero si queremos llegar a alcanzar nuevos retos tenemos que empezar por ser transparentes y contar las cosas como son. Todo el resto es engañar, y llevar al engaño a otros. Decíamos ayer la Independencia quizás, pero no es buen paso empezar con cifras falsas.