Chupa Chups: siguen los números rojos

La empresa catalana Chupa Chups, presidida por Ubaldo Traldi, tiene ya poco que ver con el rentable negocio que fundó en la posguerra civil Enrique Bernat Fontlladosa. Hace siete años, los hijos del empresario vendieron la compañía al grupo italiano Perfetti. Desde entonces, salvo contadísimos ejercicios, la marcha de Chupa Chups ha sido cualquier cosa menos un camino de rosas. Los italianos han encadenado resultados negativos sin parar. La racha se mantiene invariable en 2012. La facturación volvió a caer y pasó de 115 a 106 millones. Las cuentas continuaron teñidas de rojo y arrojaron un quebranto próximo a los 3 millones, cifra sensiblemente análoga a la del año anterior.

De la situación actual de la casa da idea la cifra de recursos propios, que suman un importe de nada menos que 110 millones negativos. Es decir, Chupa Chups se encuentra incursa en causa de disolución societaria, a no ser que la empresa acometa la consabida operación acordeón de reducción y ampliación de capital. Pero la empresa ha conseguido evitar su liquidación gracias a sendos créditos participativos de su accionista transalpino, por importe de 144 millones, que se contabilizan como fondos propios.