Chovinismo y xenofobia en Cataluña
Que se hable en el Parlament de los "catalanes autóctonos" y de las "personas de aspecto físico y nombre catalán" no debería sorprender a nadie
A nadie debería sorprender que Anna Erra –diputada de JxCat y alcaldesa de Vic– hablara, en el Parlament de Cataluña, de los “catalanes autóctonos” y de las “personas de aspecto físico y nombre catalán”.
Como a nadie debería sorprender que personalidades o dirigentes del nacionalismo catalán de los últimos años como –entre otros– Jordi Pujol, Heribert Barrera, Oriol Junqueras, Núria de Gispert o Joaquim Torra siguieran el mismo patrón chovinista y xenófobo de la señora en cuestión.
Nada hay de nuevo en un nacionalismo catalán que siempre ha exhibido una sólida y larga tradición: el menosprecio por lo/el español y la exaltación por lo/el catalán. Chovinismo y xenofobia. Una tradición que se remonta a las últimas décadas del XIX y primeras del XX. Una tradición que nutre al secesionismo de hoy y explica lo que ocurre en Cataluña. El telón de fondo: el poder y el privilegio. Catalonia First.
Preguntas y respuestas
1.Por qué Jordi Pujol –ex presidente de la Generalitat– llegó a escribir que “el hombre andaluz es un hombre destruido, generalmente poco hecho” y que “vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual”?
La respuesta podría estar inspirada –por analogía– en Valentí Almirall, padre del catalanismo moderno y fundador del Centre Català: “Hoy la gente castellana [o andaluza, por analogía], considerada tanto en su conjunto o formando pueblo, como individualmente, está completamente decaída y degenerada… sus ideales son tan raquíticos como su imaginación atrofiada… inepta para toda empresa, vegeta en la miseria moral y material» (Lo Catalanisme, 1886).
2. ¿Por qué Quim Torra –actual presidente de la Generalitat– escribió que “no, no es nada natural hablar en español en Cataluña; no querer hablar la lengua del país es el desarraigo, la provincialización, la voluntad persistente de no querer asumir las señas de identidad de donde se vive; sin lengua no hay país; y cuando se decide no hablar en catalán se está decidiendo dar la espalda a Cataluña”?
La respuesta se nutre de la idea de Jaume Collell, portavoz del catalanismo que escribió sobre lo que era y debía ser Cataluña: “la lengua es el momento más auténtico de un pueblo, la encarnación más viva de una nacionalidad… el patrimonio secular de una raza, la lleva más fuertemente grabada la sagrada señal de su carácter, y es casi una vulgaridad afirmar que el genio de la lengua es la imagen más fiel del genio nacional” (Discurs llegit en la Festa dels Jocs Florasl, 1887)
3. ¿Por qué Heribert Barrera –expresidente del Parlament de Cataluña– escribe que la inmigración “pone en peligro la propia identidad nacional… puede haber en Cataluña un sector de población genuinamente forastero… si continúan las corrientes migratorias actuales, Cataluña desaparecerá… evitar por todos los medios que haya otra invasión de población no catalana»?
La respuesta recuerda a Hermenegild Puig i Sais, miembro de Unión Catalanista y presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña: “Desde el punto de vista social nuestra situación es peligrosa, por cuanto la invasión producida por el desequilibrio económico y demográfico, ha de producir naturalmente efectos étnicos, una degeneración de nuestra raza, que nosotros debemos empeñarnos en conservar pura” (El problema de la natalitat a Catalunya, 1915).
«Género chico igual a flamenco igual a música española»
Puestos a buscar fuentes, la respuesta también recuerda a Josep A. Vandellós –militante de ERC y funcionario de la Generalitat–, clásico entre los clásicos del tema: “Esta invasión pacífica de gente no catalana [hará peligrar] el patrimonio espiritual de nuestro pueblo, la cultura y el carácter de nuestra gente… en el aspecto físico por lo que atañe al predominio de los elementos de raza catalana… perderemos nuestras mejores esencias… se creará una nueva patria distinta” (Catalunya, poble decadent, 1935).
4. ¿Por qué el Pdecat instala una caseta en la Feria de Abril de Barcelona de 2019 y la mantiene cerrada durante la sesión inaugural?
La respuesta quizá se encuentre –por analogía– en una descripción de Joan Maragall, poeta nacional de Cataluña: “Por la noche he ido al teatro: género chico… y también una ola de sangre me ha subido a la cara, pero de vergüenza. En este hermoso país tan verde y suavemente montañoso, este tristísimo género chico, hijo de la aridez y de un funesto cierre en uno mismo, es una horrible profanación” (La sardana y el género chico, 1905).
Cierto, el género chico poco tiene que ver con el flamenco. Pero –en este caso– quizá funcione la analogía subordinada –género chico igual a flamenco igual a música española– si tenemos en cuenta que Torra escribió que “el catalanismo ha de basarse en una defensa encarnizada de nuestra identidad y nuestra cultura y del orgullo de ser catalanes. ¿O es que ustedes jugarían a una Catalunya independiente convertida en una inmensa Feria de Abril?”.
5. ¿Por qué el nacionalismo catalán reivindica el llamado “derecho a decidir” o el derecho a la autodeterminación por ser Cataluña lo que dicen que es? La respuesta la ofrece –con una claridad meridiana– Pompeu Gener, ensayista catalanista.
“Los supernacionales [el catalanismo no tradicional ni federalista] apoyan su aspiración a la Autonomía, no solo en el pasado histórico, sino en algo más hondo, en la raza, en la diferenciación antropológica, en la psicología y en la lingüística (La cuestión catalana, 1903)… que ellos [los peninsulares] se rijan como quien son, y nosotros como quienes somos. Queremos ser libres y nada más. Que nos dejen estar: he aquí todo nuestro ideal, todo lo que pedimos (Ni dominats ni dominadors, 1904).
Exaltación de lo “propio” y aversión a lo “impropio”: ‘Catalonia First’
6. ¿Por qué el nacionalismo catalán aboga por la unidad independentista cuando se trata del gobierno de Cataluña?
La respuesta estaría en el discurso de Lluís Companys, ex presidente de la Generalitat de Cataluña: “Renacido el espíritu inmortal de nuestra raza, tomo posesión victoriosa de esta fortaleza, para celebrar de nuevo Cortes nuestras, que dictarán leyes nuestras, en lengua nuestra” (Discurso de toma de posesión como Presidente del Parlament de Cataluña, 1932).
7. ¿Por qué una parte del independentismo exige sacrificios para alcanzar la república catalana? Sería deseable que la respuesta no se inspirara en las palabras de Pere Màrtir Rossell i Vilar, militante de ERC, veterinario y director del Servicio de Ganadería de la Mancomunidad de Cataluña.
“Y si esto no valiera [si no hay solución], entonces, ¡oh catalanes! para la recuperación del Ideal, de la Patria, de la Libertad, de la Nación, de la Raza, del Destino, como queráis, pues todas estas palabras son expresión de una misma idea, será preciso repintar con nuestra sangre el escudo de Cataluña” (La Raça, 1930).
De aquellos polvos, estos lodos
Nosotros y ellos, el supremacismo, la arrogancia, el egoísmo, el imperialismo político, social e ideológico, la afirmación heráldica, la cuna como rasgo identitario, la identidad que marca y excluye, los extraños, el enemigo español, el factor étnico, nosotros solos, las esencias que hay que preservar, la hinchazón retórica que enardece a la masa, la agresividad latente, el sacrificio, la fractura de la sociedad.
De aquellos polvos, estos lodos. Chovinismo y xenofobia. Exaltación de lo “propio” y aversión a lo “impropio”. Catalonia First, de nuevo. Es decir, todo vale.