Chipre, Iberia y el carné por puntos sanitario (2)
La semana pasada escribía sobre el carné sanitario por puntos, sin ser consciente de que quizá me faltaba una previa. Y era hablar de la viabilidad del sistema de salud que tenemos.
En los últimos 30 años, el gasto sanitario en España ha crecido un 4,3% de media anual (datos hasta 2008), mientras que la renta ha crecido de media un 3%.
Al mismo tiempo, este gasto ha ido creciendo desde menos del 4% del PIB en 1960 hasta el 9,6% actual. En periodos de crecimiento, el gasto sanitario crece por encima de la renta, pero en periodos de crisis tiende a estancarse y resiste mejor que otras partidas a los recortes. El 70% de este gasto se paga desde presupuestos públicos, es decir, la pagamos los contribuyentes. Y esta proporción se ha mantenido invariable. De hecho en tiempos de crisis, el gasto privado se ha reducido, mientras que la pública ha aumentado compensando esta bajada.
La consecuencia económica de todos estos datos es que a largo plazo, esta evolución es difícilmente sostenible. Los humanos tenemos unas necesidades infinitas que se cubrirán con recursos finitos. Y ahora somos mucho más conscientes de esta finitud. Si sigue esta tendencia y este gasto dobla su peso en el PIB cada 50 años, en los próximos 100 años la mitad de la población será médico/a o enfermero/a. Y antes del año 2140 el gasto en sanidad será del 100% del PIB. Está claro que la tendencia es insostenible, ¿verdad?
Para poner blanco sobre negro, se han publicado libros blancos de la sanidad, que proponen diferentes medidas para poner un tope a esta escalada sin fin. En uno de ellos, que está disponible aquí, se proponen acciones tan familiares para nuestros lectores como la centralización de compras. O de otros más tradicionales como evitar los incrementos retributivos en cascada y atarlos a los aumentos de productividad.
Es una lástima que no tengamos ningún político que pueda ser reelegido hasta el año 2140, porque sería posible hacerlo responsable de no haber tomado medidas a tiempo… Nadie con responsabilidades en el mundo sanitario público querrá ser acusado de tomar medidas económicas que acaben reduciendo la salud y la calidad de vida de muchas personas.
Es legítimo manifestarse y decir que no a los recortes (yo también me quejo y creo que en algunos ámbitos son contraproducentes). Pero si gastamos más de lo que ganamos y nadie nos quiere prestar más dinero, acabaremos por no pagar nada. Yo soy partidario de no hacernos más trampas al solitario. Será mejor que hoy pongamos medidas paliativas para evitar que mañana tengamos que llegar a las quirúrgicas.
Apunte 1: Chipre y las cuentas bancarias
Ya son tres los amigos que me han consultado estos días si tenían que sacar el dinero del banco y ponerlos en otro lado (¿debajo de una baldosa?). Les dije a todos que no, que su dinero estaba seguro. Pero a medida que avanzaban los días, aumentaban las declaraciones fuera de lugar, el corralito se alargaba y crece la confusión, empiezo a tener dudas razonables.
Tal y como se está gestionando por parte de la Unión Europea esta crisis, empiezo a dudar de llamarlos de nuevo para decirles que… no me hagan caso, ni a ningún economista. Y que se fíen de su instinto. Seguro que aciertan más.
Apunte 2: Nuevos tiempos para Iberia
Iberia ya no es lo que era… ¡y para bien! Cuando IAG decidió que Vueling dependería directamente del holding y no de una de las filiales (Iberia) ya me pareció que estos británicos sabían lo que se hacían.
El nombramiento de Luís Gallego como consejero delegado de Iberia la semana pasada es la segunda prueba de que se están poniendo las bases de una compañía rentable y preparada para los nuevos tiempos. Tradicionalmente, el máximo ejecutivo de la compañía había sido un personaje engominado, bien relacionado con las élites de una oligarquía madrileña e incapaz de vestir una camisa que no llevara sus iniciales gravadas.
Ahora, por primera vez en muchas décadas, el consejero delegado sabrá tanto como sus subordinados e incluso más. El Sr. Gallego es un ingeniero aeronáutico, acostumbrado a hangares valencianos de Air Nostrum, creador de una start up barcelonesa como Clickair. Y afinado en la gestión madrileña de Iberia Express. Hombre energético, jovial y directo a quienes los sindicatos difícilmente doblarán. Un perfil con más horas de vuelo del que su juventud indica.
No hará grandes declaraciones. Pero estad atentos a su gestión. Los que crean que me equivoco (sobre la nueva Iberia), serán los más sorprendidos.