‘Cheveux de riches’ o la Cataluña desorientada
Las elecciones del 21-D vuelven a situar la cuestión nacional en el eje de campaña de todos los partidos
En París, algunos jóvenes y no tan jóvenes van por la ciudad de la luz a la caza de cheveux de riches, léase peinado de ricos, para fotografiarlos, siempre de espalda, y así criticar con ingenio que el mundo sigue decidiéndose en la eterna batalla entre ricos y pobres.
En su página de Facebook se pueden admirar notables nucas de parisinos anónimos, seleccionadas por un buen corte de pelo y su particular gusto por la buena ropa, los habanos y las vacaciones prolongadas y fuera de temporada. Se les puede ver en exposiciones de arte contemporáneo, disfrutando del polo o degustando vinos caros en los locales más exclusivos de París.
Fotografía del grupo de Facebook de ‘cheveux de riches’. ED
Los ciudadaos, todos varones, con sus cheveux de riches, son la metáfora bufa de las desigualdad social desde la mirada des connaisseurs de la condición humana. La afición por fotografiar nucas caras como denuncia amable de un modo de vida que cultiva el ocio y la apariencia, nos permite ver que en Francia el eje izquierda/derecha sigue vivo y siendo el centro del debate político en Francia.
La cuestión nacional lo puede y absorbe todo en Cataluña
En cambio, en Cataluña el debate no se centra en mirar las nucas para advertir en descuidados cabellos la brecha social entre ricos y pobres, sino en mirar qué bandera ondea en la espalda de los ciudadanos. La cuestión nacional lo puede y absorbe todo; incluso la desigualdad queda al margen de programas e intenciones políticas. Consecuentemente, las elecciones del día 21 de diciembre volverán a situar el eje de campaña en la cuestión nacional, en la defensa de la república arrebatada.
Uno de los últimos libros del filósofo Alain Badiou, La verdadera vida, certifica la pasión francesa contra las desigualdades, proponiendo “organizar una gran manifestación para crear una alianza entre jóvenes y viejos, dirigida contra los adultos actuales. Los más rebeldes de menos treinta años y los más tenaces de más de sesenta contra los cuarentones y cincuentones bien establecidos”.
En una buena parte de los ciudadanos catalanes ha calado la idea de que “España nos roba”
En Cataluña se ha logrado esta alianza, pero con un sólo propósito: no ha sido para acabar con un sistema que perpetúa las desigualdades entre los que más tienen, los visibles, y los que no tienen, los invisibles, sino para lograr la República catalana. En una buena parte de los ciudadanos catalanes ha calado la idea de que “España nos roba” o “España es antidemocrática”.
Fotografía del grupo de Facebook ‘cheveux de riches’. ED
Recordemos la dura e influyente crítica de David Graber en su libro Somos el 99%, cuando analiza las motivaciones del movimiento Ocuppy wall Street: We are the 99%. Este movimiento critica al 1% de la población del mundo que tiene el poder del capital, la influencia, e incluso la custodia de la declaración de los derechos humanos.
Estas son algunas de las razones por las que incluso la CUP, una formación anti capitalista, esté más fascinada por la República que por luchar a campo abierto contra las desigualdades sociales. A pocos días de celebrarse las elecciones, los independentistas pretenderán hacer creer a sus electores que es mejor luchar por la legitimidad de su presidente que por corregir las desigualdades sociales, que es la cuestión esencial más urgente en una sociedad moderna y solidaria.