La maldición de los hijos de Nut

Y dijo Ra, señor de todos los dioses: “Ningún hijo de Nut nacerá en ningún día ni en ninguna noche de ningún año”

Resulta al menos sorprendente que aún no se haya realizado un árbol genealógico completo de los vástagos nacidos del 15M, algunos legítimos y orgullosos, otros naturales pero reconocidos y otros, bastardos que nada quieren saber de sus progenitores.

El origen del 15M es conocido público y notorio, tras la crisis de 2007 o 2008, (aquí se divide la doctrina), fue en España donde primero cuajó una protesta nueva y diferente. Sin líderes, sin portavoces, sin objetivos claros, sin una tabla de negociación, protestaban contra el sistema, contra todo él.

Este movimiento que ya apuntó maneras con la PAH y con el colectivo “Juventud sin futuro”, eclosionó y tomó cuerpo ante la sociedad española en una acampada imposible, en el centro del país, en la puerta del sol, sin que las autoridades supieran reaccionar, la acampada del 15 de Mayo de 2011.

He hablado con alguno de aquellos campistas en estos días y no están demasiado de acuerdo en que su precioso movimiento tenga descendencia alguna, y abjuran de todos los partidos que se reclaman la herencia ideológica o sentimental del movimiento, incluso hay quien se sintió traicionado ante la politización del mismo. Angelitos. 

Podemos: ¿heredero legítimo?

Pero digan lo que digan estos santos acampadores, que lo son, lo cierto es que la mera visualización del movimiento tuvo efectos políticos inmediatos, sobre todo en la generación política más joven y menos comprometida  con el statu quo definido en el pacto de la transición.

Y ahí nació Podemos, un movimiento (que no partido, porque los partidos eran “lo viejo”) y el hijo querido y esperado por unas clases medias urbanas hartas de no ser objeto de políticas públicas.

Podemos se vistió con todos los oropeles de la novedad y la realidad líquida que ya definió el profesor Bauman acompañadas por todas las tontunas posmodernas del mundo para conseguir ligar el caldo.

Pero bajo esa nueva y brillante piel se encontraba lo de siempre, hijos y nietos del PCE con sus costumbres, su esplendor militante, su heroísmo y también con todas sus miserias. Un partido-movimiento que en la mejor tradición de la berdadera hizquierda,  tras llegar a los 5 millones de votos, decidió suicidarse dividiéndose en un centenar de partiditos monísimos.

Bajo esa nueva y brillante piel se encontraba lo de siempre, hijos y nietos del PCE con sus costumbres, su esplendor militante, su heroísmo y también con todas sus miserias

El segundo hijo nació por casualidad, y no iba a ser tan querido. El líder de un partidito catalán que se decía socialdemócrata, y después social-liberal, y después….ya ni me acuerdo, comenzó a decir que las ideas de transparencia, horizontalidad y participación directa en las decisiones públicas no eran solo de la extrema izquierda, y con un recio gesto, se subió al camión.

El segundo hijo nació por casualidad, y no iba a ser tan querido. El líder de un partidito catalán que se decía socialdemócrata, y después social-liberal, y después….ya ni me acuerdo

No, no iba a ser el hijo querido, pero creció fuerte hasta que una enfermedad infantil de todos los partidos sin militancia ni órganos internos de check and balance le dejó raquítico, hablo del cesarismo.

Vox: el tercer hijo del 15M

Y hay un tercer vástago que ni se va a reclamar del 15M,  ni el 15M  va a reconocer nunca, que es Vox.

Vox nace precisamente para acabar con los excesos del 15M. No busquen en él ningún elemento quincemayista, son verticales, cesaristas, abusones… y no les gusta demasiado la democracia, pero que no les quepa duda de que son hijos de ese movimiento. 

¿Pasará con Vox como con sus hermanos a nivel de voto? Veremos, pero yo apuesto a que sí. 

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