¿Se hunde España tras la moción de censura?
¿España se hunde y se repite el Frente Popular del 36? La moción de censura no tiene que hacernos pesimistas
Esta mañana, en los múltiples grupos de Whatsapp al que a uno lo colocan, la frase más repetida era que España se hunde y que se repite el Frente Popular del 36.
La verdad es que ambas afirmaciones son exageradas. Si bien es cierto que es la primera vez, en democracia, que un aspirante gana una moción de censura, el llamado “gobierno Frankenstein” no tiene nada que ver.
De la multitud de partidos que han apoyado a Pedro Sánchez –en total 36 partidos, coaliciones y agrupaciones– sólo tres –PSOE, ERC y PCE– formaron parte de ese Frente Popular.
España no se hunde, cambia –por así decirlo– de manos
Las circunstancias son diferentes y nada tienen que ver. Tampoco hay que ser pesimista. España no se hunde, cambia –por así decirlo– de manos.
Mariano Rajoy ha dejado de ser presidente del gobierno. Ciertamente se ha ido con honores. Se le pueden achacar muchas cosas. Ha cometido errores no tanto por culpa suya, sino inducidos por otros. En especial el 155.
Por miedo al PSOE y Cs lo aplico con blandura. Y aquellos que temía se lo han cargado. Muchos han sido los fallos, pero también ha habido aciertos. Sea como fuere, forma ya parte de la historia de España.
No sólo perdió Rajoy: también perdieron Sánchez y Puigdemont
Ahora bien, no sólo Rajoy ha perdido. También Sánchez y Carles Puigdemont han perdido. Si nos centramos en Puigdemont lo ha hecho por partida doble.
Se le ha llenado la boca que estaba en el “exilio” porque en España no había democracia. Que España era, poco más, que una dictadura. Que no había justicia, que se saltaban la ley los políticos españoles y un sinfín de cosas conocidas por todos.
Y lo cierto es que, con esta moción de censura, se ha demostrado que existe democracia en España. Que Puigdemont mentía. Y que su huida era por miedo de ir a la cárcel. Nada más. Se le ha desmontado su discurso.
Por mucho que insista Quim Torra, el Pdecat tomará las riendas
La segunda parte es a nivel nacional. Puigdemont pidió a los suyos –exigió– que se abstuvieran. No quería votar ni a favor ni en contra. Sin embargo los suyos del Pdecat han pasado de él. Han votado afirmativamente y han demostrado que el ex president cada vez pinta menos dentro de la política catalana.
Por mucho que insista Quim Torra, el Pdecat tomará las riendas y lo dejará como un florero que perturbó más y que poco construyó para el futuro de Cataluña y, por derivada, de España.
El segundo que ha perdido ha sido el mismo Sánchez. Él sabía muy bien que, o bien ganaba una moción de censura o nunca sería presidente del gobierno. Ha salido elegido y quizás será el presidente con menos recorrido.
Sánchez aceptara las leyes vigentes y no ofrecerá quimeras irrealizables
Su legislatura está sentenciada. Finiquitada antes de empezar. Es imposible que tenga contento a ese conglomerado de 36 socios. Es imposible.
Aunque quizás no sea mucho de fiar, lo cierto es que será constitucionalista. Aceptara las leyes vigentes y no ofrecerá quimeras irrealizables. La inmensa mayoría de sus socios están por el derecho a decidir.
¿Sánchez aceptará un referéndum? Si lo hace y se da concesiones el PSOE puede acabar como el socialismo francés.
Recomendarle a Sánchez que disfrute del momento, pues el alba llegará
Para ir bien debe haber elecciones de aquí a final de año. Si Sánchez se atrinchera en la Moncloa y decide convocar elecciones cuando toca, se estará suicidando políticamente. Que él se suicide puede ser comprensible. Lo que no le perdonaran es que suicide al PSOE.
Gobernará con unos presupuestos que votó negativamente. Tiene al independentismo como aliados. Podemos chillaba en el Congreso: “Sí se puede”. Parece la conjura de los necios. Recomendarle a Sánchez que disfrute del momento, pues el alba llegará y no será tan grato como el primer anochecer.
Pero no quiero finalizar sin decir que el gran perdedor ha sido el pueblo español. Lo sucedido en esta moción de censura nos tiene que hacer reflexionar. Es el momento de hacer cambios constitucionales.
Hemos perdido todos al estar en manos del PNV
No es posible que 286.215 votos –que dan cinco escaños– sean claves para ganar una moción de censura o aprobar unos presupuestos. Los partidos de gobierno deben aprender algo que no han hecho nunca: a apoyarse.
Desde la democracia ninguno de los dos –ni PSOE ni PP– han confiado los unos con los otros y así nos ha ido. Hemos sobrevalorado partidos muy vinculados a unas zonas determinadas de España y estos no pueden marchar el destino de todos.
Y más teniendo en cuenta que la mayoría son nacionalistas e independentistas. Por eso hoy hemos perdido todos al estar en manos del PNV. Así nos va.