Cataluña start up
La inversión en start up en Cataluña fue la misma que en todo el Estado en el 2015. Todas las teorías de los riesgos económicos del Proceso se caen una detrás de otra. Sin incluir los datos que se harán públicos en enero, la inversión fue de 260 millones de euros. Un 50% más que el año anterior. Ahora bien, si se añaden las inversiones hechas a través de plataformas de micromecenazgo, la venta de empresas tecnológicas y las inversiones en biotecnológicas, se superan los 321 millones.
Y otro dato revelador sobre la ausencia de miedos es que la mayor parte de las grandes inversiones son de capital extranjero, a pesar de que también aumentan las locales. Es un dato que llega acompañado por otras informaciones positivas, como la que dice que en el 2016 Cataluña tendrá un incremento del 7% en inversión industrial, la más grande en una década.
El dato presenta un claroscuro en el hecho que este incremento está mal repartido: las grandes aumentan un 22% y las pymes disminuyen un 5%. Parte de la responsabilidad recae en el sistema bancario, que da la espalda a estos segmentos productivos, y en la incapacidad de poner en marcha vías creativas de financiación de pymes a partir del ahorro pequeño y medio. En todo caso los sectores que más impulsan la economía, según la encuesta de inversión hecha por la Generalitat, son el automóvil, la energía, el agua, los bienes de equipo, la alimentación, las bebidas y el tabaco.
Por otra parte, Cataluña lidera la caída del paro, a pesar de que apenas recuperamos el nivel de ocupación del 2010, después de tres años de caídas posteriores al pico de ocupación del 2007. Otra cosa es la calidad de la ocupación: mala. La temporalidad y los bajos salarios no encajan con lo que necesita una economía que está siendo el motor de las start up y de la inversión industrial en la península.
Macedonia
En la esfera política, cuando escribo el artículo en Cataluña están cayendo los últimos pétalos de la margarita para saber si se repiten las elecciones. Los extremos de la transversalidad y sus incompatibilidades podrán acabar siendo responsables del naufragio temporal del Proceso. Que volverá con otros liderazgos y otras alianzas. Los primeros pasos de la start up están siendo complicados, como los de toda empresa en vías de emancipación.
En España también pintan bastos. Las encuestas sobre las probables elecciones anticipadas españolas dan un fiasco a C’s, que pierde más 30 diputados y que vuelven mayoritariamente al PP, que subiría de 120 a 150. Mientras el PSOE continúa hundiéndose, con 5 o 6 diputados menos. Y finalmente Podemos sube levemente con una decena de diputados. España es así.
El soufflé pseudoliberal de Rivera habrá durado sólo un telediario y vuelve el estatalismo de centro derecha a manos del PPSOE y el estatalismo alternativo a manos de Podemos. Este Estado está condenado al inmovilismo desde el tiempo de la victoria de la aristocracia y la nobleza terrateniente sobre la burguesía de los Comuneros y de las Germanías.