Cataluña no se merece esto
Por una vez la que fuera primera dama de la Cataluña pujoliana ha despertado la conformidad, la avenencia política de los que muchos años han sido sus detractores y oponentes. Y lo ha logrado como la mujer sencilla que es, usando una sola frase: «Cataluña no se merece esto».
Ha sido al comparecer en la comisión de investigación del llamado caso Pujol. Donde todos pensaban que no respondería una sola de las preguntas de los diputados, Marta Ferrusola ha esquivado las cuestiones que se les formulaban con la simpleza sincera de una matriarca que un día fue empresaria y primera dama de un país moderno. «Cataluña no se merece esto», iba repitiendo.
Ella fue a Andorra a esquiar. También viajó acompañando a niños de la Fundación Vilavecchia. Que ahora se le pregunte por si aprovechaba para actualizar la cartilla en el Principado es una aberración. «Cataluña no se merece esto», ha reiterado a preguntas de un parlamentario.
Ferrusola se muestra orgullosa de todos sus hijos como buena madre. Dice que ahora están todos con una mano delante y otra detrás. Una lástima. Hace tiempo dijo que los tenía colocados, bien colocados, incluso. Eran tiempos en los que su marido mandaba mucho y ella no tenía demasiados escrúpulos en cotorrear algunas manifestaciones sobre los inmigrantes que recalaban en el país. Siempre ha pensado lo mismo, incluso ha inmortalizado su cantinela. Por ejemplo, cuando decía hace ya algún tiempo que sus hijos no podían jugar en la calle porque sólo se hablaba en castellano. Y su soniquete, con expresiones más o menos coincidentes, según la época, era siempre idéntico: «Cataluña no se merece esto».
Pues sí. Ni Cataluña ni los catalanes nos merecemos esto, señora Ferrusola.