Cataluña en las elecciones andaluzas
El conflicto catalán es el mayor conflicto que tiene España, pero también un arma para ganar elecciones
Una paradoja con la que tienen que convivir los partidos políticos españoles es ser conscientes de que, aunque el conflicto catalán resulte ser el mayor problema que tiene España para su futuro desarrollo, no se pueden ganar unas elecciones sin avivarlo constantemente.
El conflicto catalán resulta muy útil en las elecciones andaluzas
Es un pez que se muerde la cola, una peligrosa espiral hacia dentro que no acaba nunca.
Las elecciones andaluzas ponen de manifiesto lo útil que resulta el conflicto catalán para dar rienda suelta al tópico de la Cataluña insolidaria, ahora además enfatizado por el independentismo catalán.
Partidos como PP, Ciudadanos y Vox concurren a estas elecciones proclamando ser los únicos garantes de la unidad de España y argumentando que la política de Pedro Sánchez, basada en buscar una solución dialogada con Cataluña, es un acto de debilidad en el que Andalucía de Susana Díaz no debe participar.
En un artículo publicado en 1902, Joan Maragall manifestaba su preocupación y exponían: “El hueco anatema la patria nueva resuena grandiosamente por los ámbitos de la vasta necrópolis nacional, ahogando el grito de vida aislado en la pequeña región de los vivos que no saben gritar: «- Zona neutral…- ¡ Separatismo ! – Concierto económico. – ¡Separatismo! – Organismos autónomos. – ¡ Separatismo!» …¿Cómo podemos ser españolistas de esta España? Helo aquí el dualismo tremendo».
La observación de Maragall muestra hasta qué punto Cataluña sigue esperando que su causa y sus reivindicaciones no sean utilizadas para agrandar el conflicto y engordar un patriotismo banal sino para avanzar hacia la consolidación de una nueva España.
Cada día que pasa, la tragedia es más española y menos catalana, aunque partidos como el PP, Ciudadanos y Vox no alcancen a comprenderlo.
La tragedia a la que me refiero es la de aquel hombre que, viendo que tiene un problema, lo combate sin alcanzar o querer comprender la profundidad del mismo para poder ser capaz de encontrar la mejor solución.
¿Cómo se puede afrontar el conflicto catalán negando que un ochenta por ciento de la sociedad Catalana quiere una nueva relación con España superadora del actual modelo territorial autonómico?
Hay líderes que banalizan el conflicto catalán para ganar unas elecciones
¿Cómo se pretende evitar el desapego de una buena parte de la sociedad catalana con España sin hacer el más mínimo esfuerzo político para ofrecerle una solución que no suponga renunciar a sus ideas?
No debemos buscar el trágico conflicto sólo en el referéndum ilegal del 1 octubre; hay que buscarlo en la gran capacidad que tienen algunos líderes políticos de banalizar el problema catalán para ganar elecciones o para no perderlas.
Las elecciones andaluzas vuelven a poner de manifiesto que tira más la necesidad de conseguir votos y controlar el poder que mostrar el camino para alcanzar una solución duradera.
