Casado lo tiene mal

A más de dos meses vista de las elecciones, la campaña será larga y dura. PP, C’s y Vox no van a contentarse con machacar a Sánchez

Cuanto mejor lo tenga la extrema derecha, peor lo tendrá Pablo Casado. El voto patriótico intransigente y emocional tiende hacia Vox, el centrista hacia C’s. A poco que se descuide, incluso aunque no se descuide, el PP puede quedar emparedado entre Vox y C’s.

La precampaña ha empezado con idéntico discurso a cargo de los tres líderes de la derecha: más 155 y cierra España. Proclamas intercambiables entre ellos. En cuanto a la mano dura frente al independentismo, es difícil que se diferencien unos de otros o que Casado adelante a Rivera y Abascal. Los tres están empatados en la línea de salida i al unísono llegaran a la meta del 28 de abril.

Es indudable que la cuestión catalana va a estar omnipresente en precampaña y en campaña. Así sucedió en las andaluzas y ya se ha visto el resultado. Y eso que Susana Díaz rivalizaba con los líderes de la derecha en el campeonato de la intransigencia. Por lo cual es de prever que, habiendo Sánchez descuidado este flanco con el tremendo tropezón del relator, se van a multiplicar los directos al hígado en forma de acusaciones de traidor, felón y vendepatrias.

Perjudiquen más o menos a Sánchez las acusaciones, parece evidente que la credibilidad de PP, C’s y Vox en cuanto al nuevo y largo 155 se refiere es pareja. Poco importa, a efectos de captación de votos, que Vox esté presente en el macrojucio a los líderes independentistas como acusación particular. De modo que no van a desempatar por ahí sino por todo lo demás. ¿Habrá más? Hay más.

De entrada, los tres líderes van a diferenciarse en su reacción al anuncio de la inminente exhumación de los restos de Franco. Abascal no tendrá empacho en reivindicar al Caudillo y encabezar manifestaciones con símbolos de la peor Europa de los años treinta. Rivera aprovechara para distanciarse del PSOE pero también para intentar ocupar el centro calificando a Sánchez de oportunista y a Franco de dictador. Casado no tiene otro remedio que buscar una bisectriz entre sus competidores. Si se decanta una poco hacia Vox y se deja ver en alguna manifestación, pierde el centro. Si no se manifiesta y toma una posición más cercana a C’s pierde a la derecha intransigente.

Saldrán más temas. En todo lo que no sea el famoso 155, C’s tiene una oportunidad de oro para ocupar espacios de centroderecha. Si no se refrena, Casado escora hacia la derecha más alejada del centro de manera natural, clara y perceptible. Pero su decantación es una mina para Vox, que vivirá de subir las apuestas. Recuerden que algunos barones del PP ya hicieron callar a su impetuoso presidente por su propuesta sobre limitación del aborto.

Las mujeres también votan y son más que los hombres. Por este lado, el discurso antifeminista de Vox, con el banderín del feminazismo, al que C’s se opone con claridad, también puede dejar a Casado en una situación difícil. Su espíritu está con Vox, la mayor parte de sus votantes con C’s.

En términos generales, Vox irá lanzado en discursos xenófobos y retrógrados mientras C’s se barnizará de modernidad, nueva economía, tecnologías, etc. Dos espacios nítidos y diferenciados. El PP puede quedarse titubeando entre su alma moderada y la radical. Todo ello sin olvidar que Abascal va a competir con Rivera en sus ataques al PP como partido antiguo y corrupto. En esos tiempos revueltos, lo nuevo tiene premio y lo viejo es víctima del menosprecio.

Los sondeos también van a influir. A poco que algún gran medio de comunicación corrobore en alguna medida el sorpasso de C’s al PP anunciado con tan mala intención por el CIS de Tezanos, puede crearse un efecto bola de nieve. Sólo que la tendencia marque una disminución de la distancia entre ambos, dicho efecto ya puede darse por seguro.

A poco que los sondeos no publicados, que son los más fiables, pongan en duda la mayoría absoluta del tripartito de derechas, muchos de los actuales apoyos al PP van a viajar hasta C’s en un abrir y cerrar de ojos. Si con los votos de las dos derechas puras y de la menos pura de C’s no basta, habrá que rascar lo que se pueda del centro, siempre hacia Ciudadanos por ser a pesar de todo el más cercano al PSOE.

A más de dos meses vista de las elecciones, la campaña será larga y dura. PP, C’s y Vox no van a contentarse con machacar a Pedro Sánchez. También competirán entre ellos y en esta contienda, que no va a ser precisamente de guante blanco, quien parte de una situación más débil, quien tiene más que perder es el PP.

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