Carlos Solchaga se forra como lobbysta
Marchan a pedir de boca las actividades de Carlos Solchaga, ex ministro de Economía con Felipe González y primo de Antonio Catalán, de la cadena hotelera AC. Hace años montó despacho profesional con José Aureliano Recio –otro prohombre del PSOE, ex consejero de la Junta de Andalucía y banquero–, a fin de prestar asesoramiento a empresas y empresarios. En realidad, el gabinete devino pronto un centro de tráfico de influencias al por mayor.
Siendo ministro, Solchaga legó a la posteridad lo de que España era “el país del mundo donde más rápido podía uno hacerse rico”. Luego se aplicó la máxima a sí mismo: su bufete arroja beneficios anuales netos de medio millón de euros. Además, en su calidad de selecto lobbysta, el navarro forma parte de varios consejos de administración de empresas cotizadas. Como se sabe, para las sociedades del Ibex y el mercado continuo constituye un signo distintivo lucir un político en su órgano de gobierno.
Solchaga ocupa sendas poltronas en Zeltia y Duro Felguera, por las que el pasado año se embolsó 320.000 euros. También estuvo en el consejo de la inmobiliaria barcelonesa Renta Corporación, pero al estallar la burbuja del ladrillo optó por una silenciosa retirada y abandonó el cargo.