¿Por qué siempre gana el PSOE en Andalucía y volverá a hacerlo?
El PSOE lleva 40 años teniendo el poder en la comunidad más poblada de España. La única duda es con quién gobernará Susana Díaz
No es una pregunta retórica. Es la búsqueda de una explicación razonable a un fenómeno inédito en una democracia parlamentaria, que además no almacena ninguna duda sobre la legalidad y pureza de todos los procesos democráticos que durante 40 años han llevado al PSOE al poder en la comunidad más poblada de España.
Solamente en una ocasión no fue el primer partido en unas elecciones. Y entonces, con la imposibilidad del PP para formar gobierno -no tenía ningún partido en el parlamento de Andalucía con el que formar mayoría- los socialistas lo consiguieron con la ayuda de Izquierda Unida.
Tradicionalmente se ha acusado a los gobiernos socialistas de clientelismo en Andalucía. Las subvenciones al trabajo en el campo han sido denunciadas sistemáticamente por los populares.
El llamado PER (Plan de Fomento del Empleo Agrario) es un sistema que ha permitido que algunos miles de jornaleros andaluces permanezcan trabajando en el campo. Pero siendo rigurosos, los actuales beneficiarios de esta subvención apenas alcanzan los ciento cincuenta mil. En una población de casi ocho millones y medio de personas, parece ridículo adjudicar a esta ayuda la razón del empecinamiento de los andaluces por apoyar al partido socialista.
Hay sociólogos que creen que la memoria de épocas pasadas es la razón por la que el PP no consigue la confianza de los andaluces. El arquetipo de una masa de trabajadores, en una sociedad eminentemente rural, subordinados a una casta de propietarios que históricamente han sido señalados como “señoritos”.
Para ilustrar el peso de esta idea basta con recordar el impacto que tuvo hace no tantos años la imagen de quien entonces era líder del PP andaluz, Javier Arenas, sentado en el Hotel Palace de Madrid, haciendo uso de los servicios de un limpiabotas. Si esa fuera una razón de fundamento, habría que preguntarse por qué el Partido Popular no ha sido capaz de encontrar un antídoto para una caricatura tan persistente.
La corrupción, Andalucía y el PSOE
Hay una comparación que debiera ser letal para el PSOE en estas elecciones. Si la corrupción determinó el declive del PP en el Gobierno de España y la salida de Mariano Rajoy por la vía de la moción de censura, ¿qué precio va a pagar el PSOE en unas elecciones en medio del juicio por los ERE en los que están sentados en el banquillo los dos últimos presidentes de Andalucía, a los que ha sucedido Susana Díaz?
Todas las encuestas publicadas dan ganador al PSOE. No solamente la del chef Felix Tezanos en el CIS
Como el flamante director de este instituto no deja nunca de sorprendernos, ha vuelto a modificar el sistema de tratamiento de los datos y, desmintiéndose a sí mismo, ha introducido cocina tradicional, teniendo en cuenta esta vez no solamente la intención directa de voto sino además la simpatía y el recuerdo de votos anteriores.
Hay dos datos en la encuesta del CIS que debieran ser preocupantes para los socialistas. El primero es que el paro ha abandonado el puesto número uno en la preocupación de los españoles y ha sido sustituido por la corrupción, asociada al PSOE en Andalucía. En segundo lugar, que Susana Díaz ha perdido un punto en la valoración de los andaluces. Pero sigue en el primer puesto de este ranking.
En espera de conocer otros sondeos, además del CIS, la única duda razonable es si Susana Díaz, lejos de la mayoría absoluta (incluso en las predicciones de Félix Tezanos), terminará gobernando con el apoyo de Ciudadanos o de la franquicia andaluza de Podemos. Desde luego, la suma del PP y Ciudadanos no permite un pacto entre ellos para formar gobierno.
Solo hay un dato que abre remotamente la puerta a un cambio electoral. La encuesta del CIS decanta que un 26% de los electores andaluces confiesan que no saben a quién votar, mientras que la predicción de los que no piensan votar es del 11,4%.
Un 26% de los electores andaluces confiesan que no saben a quién votar
Aparte de la confirmación de Díaz como favorita, la novedad en esta ocasión es que Ciudadanos obtiene un ascenso espectacular a costa del PP. El partido naranja pasaría de nueve hasta veinte o veintidós escaños. A costa de que el PP podría perder hasta trece de los treinta y tres que consiguió en las elecciones anteriores.
Dos últimas incógnitas: los de Albert Rivera se han comprometido formalmente a no apoyar un nuevo gobierno con el PSOE. Puede que sea un recurso dialéctico para reafirmar su rechazo al PSOE que refuerce su posición frente al PP. Y la líder de Andalucía Adelante pondría como condición de apoyo al PSOE que Susana Díaz no fuera la aspirante a la presidencia de la Junta.
Considerando que son dos promesas electorales, no se puede tomar en serio que sean compromisos definitivos en función de la situación política que exista cuando toque negociar un nuevo gobierno. Aunque la encuesta del CIS esté cocinada por Tezanos, es muy posible que en esta ocasión no se aleje mucho de la realidad.