Cambiar el Consejo o cambiar a Cifuentes

Que lo quiere hacer, pero no lo hace. Suprimir el Consejo Ejecutivo. La jubilación de oro para los expresidentes de la Comunidad de Madrid, per saecula saeculorum. Y a vivir. Y si no lo hace, la Cristina, tendrá más de un sobresalto. El último en apuntarse ha sido González. Sí, González. El que ejerció de presidente tres años sin que nadie lo votara. Sí, hombre, el del ático en Marbella caído del cielo. Si las urnas no lo eligieron no debería tener derecho.

Pero las leyes se las hacen para sí mismos estos políticos de la partitocracia. ¡Qué descaro! Miles de ciudadanos rebuscando en los contenedores y este ejemplar ya se apuntó al chollo del Consejo para llevarse 5.500 euros netos al mes. Ahí es nada. Un extra para pagar la luz solar del ático, se supone. El sol también hay que pagarlo. Ya se personó la semana pasada con toda la documentación ha solicitar el ingreso.

¿En qué elecciones fue elegido? Habrá llevado el resguardo. Apuntarse rápido, antes que la Cristina lo suprima. Lo cobrado, cobrado queda.

Porque Cristina Cifuentes, la presidenta de la Comunidad, fue elegida con el compromiso de suprimir tal Consejo. Más habría que suprimir. Empecemos por uno. Dice Cristina que ya ha pedido informes a la abogacía. ¿Qué informes? Suprimir un privilegio se hace con el BOE. Porque estos privilegios concedidos a sí mismos se suprimen de igual manera. Se acaba la presidencia, cada cual a su trabajo. ¿O no?

Pues en España no. Se autoconceden pensiones eternas. Lo mismo hacen en el Gobierno, en el Parlamento, en las autonomías, etc. ¿Pero esto qué es? Un robo en toda regla. Una sangría a los ciudadanos. Un privilegio más de esta partitocracia que nos han impuesto. Copia de la Edad Media. ¿Y lo va a suprimir Cristina? Lo quiero ver. Para creerlo. Mientras, no me lo creo. Ya hará la Asamblea lo posible por alargar el tema. Buscar el olvido. Lo iremos viendo.

Porque ahí están Leguina y Gallardón. Y ahora González. ¡Vaya pájaros! Se llevan hasta las piedras en monedas. Han saltado de sus sillas sin resortes. ¡Nada de suprimir! Gallardón y Leguina, tanto monta. Si Cristina habla con ellos no habrá supresión del Consejo.

Ya Leguina calificó el tema de «barbaridad». Si, sí. Quitarte 5.500 euros limpios es una barbaridad. ¡Cualquiera! Pero, señores, son por hacer nada. Su sueldo ya lo cobraron en ejercicio. Pues ahora, a trabajar. No a vivir de los impuestos de los ciudadanos.

¡Vamos, Cristina! ¿Vas a liderar el cambio o prefieres que te cambien a ti? A estos les da lo mismo. Ya están curados de todo. Sólo quieren cobrar. Privilegios. Ser invitados. Figurar. Cobrar otra vez. Y volver a cobrar. Te estamos observando, Cristina Cifuentes.