Cambalache 2020: «Presus» por Presos

El problema de fondo es la utilización del indulto para liberar a los condenados por sedición como un pago al voto favorable de ERC a los presupuestos

De mis años electoreros en la Argentina me traje tres cosas para mí importantes y que me han ayudado a sobrellevar con dignidad la insondable distancia que me separa ahora de Buenos Aires, la ciudad de la furia que me arrebató el corazón: Una pasión desbordada por la camiseta de River Plate, un respeto místico y reverencial hacia la figura política de Juan Domingo Perón y un soberbio acento porteño a la hora de cantar tangos, especialmente los llamados fundamentales, los de Don Enrique Santos Discépolo, ya saben, “Yira, yira”, “Uno”, y por supuesto esa catedral del tango que lleva por título “Cambalache” y que dice cosas así….

¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!…

¡Ignorante, sabio o chorro, pretencioso estafador!

¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!

¡Lo mismo un burro que un gran profesor!

No hay aplazaos, ni escalafón

Los inmorales nos han igualao.

Si uno vive en la impostura, y otro afana en su ambición

¡da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón!…

Y tiene mucho mérito el señor Discépolo, porque lo escribió en 1934, es decir, muchos años antes del advenimiento de Pedro Sánchez a la presidencia del gobierno de nuestro país dispuesto a llevarse por delante todos los principios y valores constitucionales si con ello consigue permanecer un minuto más en el palacio de la Moncloa.

Que sí, que seguramente vamos a estar todos de acuerdo en que al igual que los días de libre disposición de los funcionarios se conocen universalmente como “Moscosos” en honor al ministro que los estableció, corríamos el riesgo de comenzar a llamar “Montoro” a cualquier presupuesto que pasase por nuestras manos: “Pepe, llama al taller y que te hagan un Montoro para cambiar las pastillas de los frenos”, “Jefe, te mando el Montoro de la campaña de publicidad para que des el OK”, o “ Pero señora, es que si se lo hago con Montoro después tengo que hacerle factura con IVA».

Que sí, que necesitamos unos presupuestos que respondan al momento político y económico actual. Que sí, que la Unión Europea está esperando unas cuentas públicas españolas mínimamente creíbles a las que poder agarrarse para liberar los fondos de recuperación de la crisis.

Pero no, no a cualquier precio y sobre todo NO al precio que hoy ha planteado el ministro de justicia de forma desvergonzada en el congreso de los diputados: Presupuestos por presos, presupuestos por indultos. Porque hoy se le ha entendido todo al señor ministro de Justicia cuando en plena sede de la soberanía nacional ha contestado a una pregunta más bien genérica de la diputada independentista Laura Borrás sobre la justicia española,  que los indultos que a ella le interesaban iban a comenzar a tramitarse la próxima semana. Así, sin venir a cuento y sin vaselina. Y al señor ministro le ha dado exactamente igual.

No le han hecho falta al señor ministro ni oscuros cenáculos, ni mensajeros con gabardina y voz cavernosa, ni siquiera una caja con dos peces muertos al estilo Luca Brasi; ha bastado con una frase tan afilada como una daga toledana lanzada desde el banco azul del congreso: Si quereis que salgan los presos, aprobad los presupuestos.

Y es que miren, los indultos no son el problema, ni los indultos genéricos que son una excelente herramienta política,  ni estos indultos en concreto, de los que si se dan las condiciones que explicita la ley de 1870 y sirven para ayudar a desenredar el ovillo catalán, yo estaría francamente a favor de que se produjeran. 

No, los indultos no son el problema. El problema, y de lo que estoy militantemente en contra es de utilizarlos como elemento de cambio para sacar adelante unos presupuestos. Ese es el problema, la certeza de que con este gobierno, todo es cambalache,  todo vale y todo está en venta. Y esa es una certeza que socava gravemente nuestro estado de derecho.

Vamos, lo que decía don Enrique Santos Discépolo al final de su tango.

¡Siglo veinte, cambalache, Problemático y febril!…

El que no llora no mama Y el que no afana es un gil!

¡Dale nomás!

¡Dale que va!

¡Que allá en el horno nos vamo a encontrar!

¡No pienses más, sentate a un lao

Que a nadie importa si naciste honrao!

Si es lo mismo el que labura, noche y día como un buey

Que el que vive de las minas

Que el que mata, que el que cura

O está fuera de la ley…

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