Borges gana más que nunca

Grupo Borges, de Tàrrega, productor de aceite y frutos secos, obtuvo el año pasado los mejores resultados de sus casi 120 años de historia, con un beneficio superior a los 10 millones de euros y una facturación que llegó a los 520 millones.

Semejantes logros son posibles gracias a que Borges es una multinacional que vende sus productos en más de 110 países y genera casi tres cuartas partes de su negocio en el exterior.

De este modo, soslaya sin despeinarse el agobiante marasmo que el consumo sufre en la parcela doméstica. El accionariado está controlado a partes iguales por cuatro grupos familiares, cuya cabezas visibles son José, Antonio y Ramón Pont Amenós, más su primo Ramón Pont Grau.

Hace quince años que el cuarteto de propietarios se recluyó en el consejo de administración, abandonó la gestión diaria del grupo y acordó ponerla en manos de un profesional ajeno a la familia.

El objetivo inicial de la medida era preparar el terreno para dar el salto a la bolsa. Pero tras enérgicos debates, no recayó acuerdo entre los propietarios.

Con el paso del tiempo la profesionalización ha calado a fondo en la cultura del grupo. En cambio, la idea de dar el salto al parqué está definitivamente arrumbada al olvido.