Aznar 2.0

Aznar ha pasado de ser un “jarrón chino” a ser guía y referencia, y ante el guiño de Cs y Vox ha preferido volver a su casa

No deja de ser paradójico que aquellos que se han pasado toda su vida diciendo que el PP es un partido franquista ahora estén preocupados por el giro a la derecha del PP.

El conclave popular ha tenido el mejor regalo que se le podía hacer: la división de Podemos en Madrid y el divorcio entre Manuela Carmena y Pablo Iglesias le permite a los populares soñar en retener la Comunidad y en volver o a la Alcaldía o como mínimo al gobierno municipal aunque sea en coalición con Begoña Villacís.

La Convención Nacional del PP, en palabras de José María Aznar, «puso el partido a dieta y solo dio una ración de un ex presidente cada día”. Y el ganador fue… Aznar.

El viernes, Mariano Rajoy estuvo socarrón e irónico y fue tratado con cortesía por una militancia que sabe que lo de Andalucía es un golpe de suerte fruto de un montón de circunstancias y que miran a las elecciones de mayo asustados por la pinza de Ciudadanos por el centro y Vox por la derecha.

Los populares parecen haber llegado a la conclusión de que sus problemas son achacables al marianismo así que el llamamiento de Rajoy a huir del dogmatismo fue recibido, utilizando un símil taurino, con aplausos y vuelta al ruedo.

Lo de Aznar, al día siguiente, fue otra cosa. Dos orejas y rabo. El Presidente del «España va bien” instó a defender sin complejos la Constitución y la unidad de España. Llamó al PP al liderazgo de un espacio político plural y disparó a Pedro Sánchez por pactar con los separatistas y “por rendirse al independentismo”.

El PP confía en que Aznar es un personaje al que el tiempo le ha dado la razón

Aznar lanzo un mensaje claro: para él Vox no es necesario porque el PP representa todo lo que aspiran a ser los de Santiago Abascal y otro tanto ocurre con Cs.

El publico, formado por cuadros y dirigentes del PP, se entregó a Aznar y este se reivindico como líder espiritual del partido al emular a Manuel Fraga cuando le cedió el testigo a él, repitiendo la frase que este había lanzado en el congreso que encumbró a Aznar “un liderazgo sin tutelas ni tutias”.

El PP confía en que Aznar es un personaje al que el tiempo le ha dado la razón. Si bien en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero o Rajoy muchos creían que la solución a los eternos problemas de encaje de las diversas piezas que forman España pasaba por la moderación y diálogo con los nacionalismos periféricos, el tiempo ha dado la razón a Aznar.

Tras el pacto de Majestic, una vez que tuvo mayoría absoluta en 2000 y tras dejar el poder, de forma voluntaria, Aznar ha combatido al nacionalismo como uno de los grandes males de España y de occidente en su conjunto. Lo sucedido en Cataluña pone de manifiesto que no hay acuerdo posible con aquellos que son desleales a España.

Aznar ha pasado de ser un “jarrón chino” a ser guía y referencia. Albert Rivera y Abascal se han rifado el guiño del expresidente del Gobierno y este ha preferido volver a su casa. Es una apuesta arriesgada para él y para el PP. Si Vox obtiene lo que apuntan las encuestas y Cs sigue subiendo el futuro del PP quedará en entredicho y el prestigio de Aznar tocado.

Tras la convención serán muchos los candidatos autonómicos y locales del PP que reclamarán a Aznar para reforzar su campaña. Aún con riesgo es la mejor baza de los populares para evitar que Cs y Vox le dejen un espacio tan pequeño como el que a Silvio Berlusconi le ha quedado en Italia o a los Republicanos en Francia.

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