Ayco, otra inmobiliaria tambaleante
La sociedad Ayco Grupo Inmobiliario, con sede en Madrid, ha convocado junta general de accionistas para primeros de junio. El orden del día de la reunión abarca el análisis de las posibles salidas al duro impacto sobre las cuentas de la empresa, que se derivan de la crisis imperante en el sector.
Ayco registra pérdidas copiosas desde hace años y plantea tres posibilidades. Primera, disolver la compañía, por haberse consumido el patrimonio social. Segunda, instar expediente concursal. Y tercera, continuar adelante.
Ayco ya se vio en un trance similar en el verano de 2012, cuando solicitó al juzgado el preconcurso de acreedores. Tal medida le otorgaba hasta cuatro meses de plazo para firmar un convenio anticipado con sus acreedores. Antes de agotarse el plazo, Ayco suscribió un pacto para afrontar sus deudas de 150 millones de euros.
El grueso de esa cifra está contraído con Banco Mare Nostrum y Banco Ceiss. Mare Nostrum es, asimismo, el principal accionista de Ayco, con el 41%. El año pasado, las dos entidades financieras traspasaron sus préstamos a Ayco, al banco malo Sareb.
Al margen de estas circunstancias, Ayco es objeto de una inspección de la Agencia Tributaria sobre el ejercicio fiscal de 2009, que afecta a los impuestos de sociedades e IVA.