¡Ay Mariano, la que has ‘liao’!
Castañazo. Hostiazo en toda regla. En todos los morros. Es el comentario general a raíz de las pasadas elecciones. Pues no. Mariano no lo ve así. «No me parece que el problema venga de cambiar o de dejar de cambiar», ha dicho Mariano. Punto y final. Nada de autocrítica. Id y predicar que el PP ha vuelto a ganar, le ha ordenado a sus discípulos. Y sus discípulos, todos meapilas, todos perdedores, han salido de la reunión ejecutiva del partido como si hubiesen ganado de verdad. Claro, como siguen…
Nada de cambios Mariano. No tocar lo que funciona. Y como no funciona nada, pues que todo siga igual. Incluyéndose a sí mismo. Ayer no se te vio, Mariano. Estabas cansado. Mucho danzar los últimos días. Pues algunos bienpensados consideraron que estabas elaborando la lista de los despidos. De tanto inútil que tienes a tu lado. De tanto perdedor. De Espe, y Monago, y Rita, y Fabra, y Floriano, y Cospe, y Rus, y Arenas, y… tú mismo, vamos, que la puerta estaba abierta. Nadie impedía la salida en Génova. ¡Qué poco te conocen! Con la de abrazos que os habéis dado no los ibas a echar. Y tú. Con lo que te quieres no te vas a ir en vísperas de elecciones generales «que vamos a ganar».
Mira Mariano. Ya sabemos que no te irás sino te echan. Puede ocurrir. Pero con esa banda de perdedores y prepotentes no ganarás ni en Pontevedra. Ah, me dicen que también has perdido ahí. Pues date por muerto Mariano. La mala fama corre como la llama de la pólvora. Y la tuya está ardiendo ya. Si tras esta debacle no hay medidas de autocrítica y se gobierna con otras pautas, no es por nada Mariano, pero pasas a ser un náufrago a quien nadie quiere socorrer. La estás liando.
Has perdido en tus mejores zonas de caza. Aunque tengas un escaño más. Miseria. No sirve lo de la lista más votada, ahora que te interesa. No sirve la Ley Electoral, que no has cambiado porque no te ha dado la gana. No sirve tu gobierno, que está quemado. Y ya no sirves tú, por inoperante, trasnochado y anticuado. Hay una España nueva y tú no la ves. Lo has tenido todo y lo has malgastado. La estás liando Mariano.