Atrapados

Nos encontramos atrapados en la estrategia del PP y PSOE, orientada en evitar verse afectados por los casos de corrupción que los asedian

Avanzamos hacia un nuevo ciclo electoral, que estará dominado por un bipartidismo de bloques y de casos de corrupción que afectan a los dos espacios políticos. Todo el mundo esperaba que en la campaña municipal y autonómica se debatiera cuál es el mejor modelo de gestión, pero todo ha quedado atrapado por los escándalos de corrupción.

El Partido Popular, en palabras de sus propios líderes, espera que el caso «Mediador» se alargue hasta mayo y el PSOE confía en que el caso “Kitchen” afecte al liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. Los graves problemas que tiene España ante sí, antes de presidir en julio la Unión Europea, quedan en segundo lugar.

Los problemas quedan desplazados

La difícil situación económica ha sido desplazada por la noticia de que la compañía Ferrovial cambia su sede fiscal de España a Países Bajos; los intentos orientados a modificar la ley del sí es sí para evitar la reducción de penas y excarcelaciones de condenados por delitos sexuales ha sido desplazada por el caso “Mediador”, una trama de presunto tráfico de influencia, extorsión, falsificación y blanqueo de capitales en el que, supuestamente, ha participado un diputado del PSOE; la renovación del Consejo General del Poder judicial ha quedado atrapada por el caso “Kitchen” que afecta al exministro de interior del Gobierno de Mariano Rajoy.

MADRID, 07/04/2022.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe al nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, este jueves en el Palacio de la Moncloa en Madrid. EFE/ Chema Moya
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe al nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. EFE/ Chema Moya

Los problemas económicos, sociales y judiciales han quedado desplazados por escándalos políticos, reduciendo el espacio político destinado a lograr acuerdos, entre ellos, abordar el pacto de rentas para luchar contra la inflación. La opinión pública ha quedado atrapada en el lodazal provocado por la corrupción y la polémica de la marcha de Ferrovial. Los que creían que se podría discutir sosegadamente cuestiones como la reforma de la denominada “ley mordaza”, la modificación de la ley del sí o es sí o el pacto de rentas, han visto cómo han quedado sometidas al desgaste de la crispación política.

Nos encontramos atrapados en la estrategia del PP y PSOE, orientada en evitar verse afectados por los casos de corrupción que los asedian, directa o indirectamente, y planteando la vieja divisa española del “todo o nada” que lleva irremediablemente a una confrontación sin cuartel.