ASEAN, ¿otro poder naciente o un nuevo BRIC?

Los ASEAN es otro poder naciente que ahora mismo no está de moda, como en su día los BRIC, pero gana rápidamente terreno en una amplia gama de indicadores económicos. ASEAN son las siglas de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, un grupo económico compuesto por 10 países del Sudeste: Singapur, Malasia, Tailandia, Indonesia, Filipinas, Brunei, Vietnam, Myanmar, Camboya y Laos.

Desde la crisis financiera asiática de 1997 y 1998, los jóvenes tigres asiáticos eran vistos con sospecha por los inversores. En ese momento luchaban por reconstruir sus reservas de divisas, fortalecer sus sistemas bancarios e impulsar reformas. Mientras tanto, los BRIC –Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– se han ganado toda la publicidad.

Hoy en día, los territorios ASEAN (Tailandia, Indonesia y Filipinas, de forma particular) se convierten en el objetivo de las multinacionales. Las grandes corporaciones ven el potencial de la región como una base de producción y suministro, no sólo al oeste, sino también a la floreciente China. Destaca la rápida expansión de sus sociedades de consumo, la riqueza en recursos naturales, incluidas las industrias extractivas, y las reformas y la apertura en los países miembros menos desarrollados: Vietnam, Myanmar, Camboya y Laos.

Tailandia, recuperándose de años de caos político y la catástrofe ambiental, ha registrado el crecimiento más rápido de la zona desde 1993, el 18, 9% del PIB. Impulsa su capital, Bangkok, como centro económico e industrial. Indonesia, a pesar de su nacionalismo económico, también está animando la inversión y el creciente consumo.

En 2011, la inversión extranjera directa en los ASEAN aumentó el 25,7%, y batió un récord: 116,5 mil millones de dólares. El FMI prevé que el PIB de la región aumente 3,8 trillones de dólares en 2017 y la población en 660 millones. Estas cifras equivalen a un PIB per cápita de 5.782 dólares. Las economías son irregulares, existen casos como los de Singapur, en qué la renta per cápita es de 59.390 dólares, y otros como Myanmar, con una renta aproximadamente de 500 dólares. El desarrollo industrial es igualmente variado, con países como Camboya y Laos al borde el desarrollo. Laos obtiene el 8% de su PIB de la venta de energía hidroeléctrica a Tailandia.

Aunque China ha atraído la atención al convertirse en la fábrica del mundo, la competitividad de los ASEAN ya le ha superado en industrias de mano de obra intensivo. La población en edad de trabajar crece sustancialmente con respecto a la de China. La relación salarial de China a Indonesia aumentó de tres a uno en 2012 a dos a uno en 2005, y se prevé un incremento de 4,5 a uno en 2015.

Los principales compañías internacionales construyen bases de producción en los ASEAN para diversificar el riesgo y facilitar la entrada en este mercado. Los fabricantes de automóviles más importantes de Japón han iniciado una nueva estrategia mediante la construcción de fábricas en Tailandia e Indonesia. De acuerdo con el Banco Mundial y el índice Ease of Doing Business, Singapur (número 1) y Tailandia (número 18) se encuentran a la par de los países avanzados, mientras que Vietnam (número 99) e Indonesia (número 128) se encuentran en el nivel de los países BRIC.

Los países de ASEAN, en particular Malasia, ofrecen incentivos a los inversores para facilitar la creación de empleo y establecer industrias. Sin embargo, deben mejorar sus infraestructuras y estabilizar su mercado laboral para reemplazar a China como fábrica mundial. Además, el suministro de energía o de las materias primas todavía no ha superado el nivel del gigante asiático. Y los salarios van en aumento sobre todo en Malasia y Tailandia.

Por tanto, como incentivos a las empresas extranjeras, ofrecen estabilidad y un mejor entorno de trabajo. A ello se le debe sumar la sólida demanda interna alimentada por creciente población de clase media. El consumo privado representó el 53,2 % del PIB de los países ASEAN en 2012, por encima del 44,6% de los BRIC.

La generación de jóvenes de la región entre 15 y 29 años se sitúa en 160 millones. Representan el 27% de la población, mientras que en China y Rusia el 24 % y 23%, respectivamente. Estos adolescentes y jóvenes adultos se esfuerzan en utilizar dispositivos móviles para realizar compras y adquirir información. Ya existen 50 millones de usuarios de smartphones y tablets en Indonesia, y 30 millones en Filipinas. Son el cuarto y el octavo país del mundo en uso de esta tecnología.

Los hermanos pobres ASEAN (Camboya, Laos, Myanmar y Vietnam) representan casi el 10% de la economía agregada, pero se han expandido a una tasa anual promedia del 6,1% desde el 2008 por la crisis financiera mundial.

Aún así, las empresas extranjeras que entran no pueden esperar un aterrizaje suave. Los riesgos políticos y marcos institucionales débiles pueden afectar sus planes. Una comparación de los indicadores mundiales de gobernabilidad muestra que el riesgo sistémico en esta región es mayor que en otras como el norte de África. Vietnam, el primer motor de la región, tiene inversiones excesivas, empresas estatales con problemas financieros y un sector bancario inestable. También hay una mayor volatilidad política, falta de mano de obra calificada y una infraestructura débil en Camboya, Laos y Myanmar.

Favorecidos por un vasto mercado interno de generaciones jóvenes de consumidores, Indonesia y Tailandia (los primeros países miembros), tienen el potencial de convertirse en los próximos BRIC.

A pesar de los riesgos, el resto de las economías ASEAN son cada vez más atractivas. Su estrategia centrada en áreas y sectores específicos, elevará su eficiencia. Las empresas deberán valorar este nuevo entorno de negocios internacionales.