Ascensor social

Oriol Junqueras se ha reunido con Soraya Sáenz de Santamaría. Relaciones cordiales, resultados nulos. En la misma semana en que aparecen nuevos datos sobre el comportamiento de la financiación autonómica del año 2014. Cataluña pasa del tercer lugar de aportación en euros por habitante (2.422€), después de Madrid (2.830€) y Baleares (2.460€) al 14º lugar en recursos recibidos por habitante en paridad de poder adquisitivo o de compra (2.024€).

Dicho de otro modo: el expolio del Estado sobre cada ciudadano de Cataluña es el 17% de su aportación. O dicho de otra manera: los ciudadanos de Cataluña dejan de recibir un 17% menos de servicios públicos de los que recibirían si el dinero que pagan de impuestos fueran administrados desde Cataluña. En en el otro extremo, Extremadura pasa de unas aportaciones de 1.537 €/habitante a 3.324 €/habitante. Gracias a este injusto modelo un ciudadano extremeño recibirá un 64% más de recursos que uno de Cataluña, aunque haya nacido en Extremadura y esté en la pobreza.

Las Comunidades Autónomas perjudicadas por el modelo son sólo las de la antigua Corona de Aragón y Murcia. Murcia baja una posición, Aragón y Valencia descienden tres posiciones, Baleares nueve, y Cataluña baja once posiciones.

Mientras en el otro extremo ganan posiciones de una a tres: el frente cantábrico (Cantabria, Asturias, Galicia) y Andalucía. Pero la ganancia relativa más importante (aparte de Canarias que sube seis posiciones de la 15ª en aportaciones a 9ª en recursos), es para las comunidades de la Gran Castilla (La Rioja, Castilla-León, Castilla-La Mancha) que suben 5 posiciones y Extremadura que sube 10, pasando del lugar 14 en aportaciones al primero en recursos. No es extraño pues que los líderes más beligerantes contra, no ya la independencia de Cataluña, sino contra un simple sistema de justicia fiscal, sean los políticos extremeños que han llegado a denunciar que con un sistema de concierto económico para Cataluña, las Comunidades Autónomas dejarían de percibir 16.000 millones de euros. Curiosa cifra que es exactamente la del déficit fiscal catalán que los expertos a sueldo de Montoro, o antes del PSOE, se niegan a reconocer.

A estas alturas, muchos de ustedes dirán por qué no ha salido Madrid, que encabeza el ránking nominal de aportaciones (2.830€/h) y la pérdida de posiciones pasando a la 15ª (1.872€/h). Y es que Madrid, la Comunidad Autónoma, es un auténtico fraude político y estadístico. Fue creada para aparentar la existencia de un distrito federal, cuando en realidad se camuflaba su verdadera capitalidad de la Gran Castilla (Castilla-León, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja y Cantabria). ¿Qué se conseguía con esta proliferación de instituciones autonómicas castellanas? Multiplicar los centros de poder territoriales fieles a la hegemonía de la oligarquía central, obtener una mayoría fiel en cualquier organismo ‘federal’ de participación y camuflar las cifras favorables en superávit fiscal por el conjunto de los territorios castellanos, con la estadística deficitaria madrileña que aparece como más ‘solidaria’.

Pero también las cifras de Madrid son nominales pero no reales. Madrid, según expertos no comprados por el Estado, aparenta unas aportaciones superiores a las reales, porque figuran las tributaciones de grandes empresas que tienen su actividad en otros lugares de la península pero la sede fiscal está en Madrid (por ejemplo: Endesa, con clientes concentrados en Andalucía y Cataluña, pero que tributa en Madrid). Y Madrid también aparenta unos recursos por habitante inferiores a los reales porque los ciudadanos de la Comunidad de Madrid no sólo reciben los servicios y las prestaciones de los organismos autonómicos, sino las inmensas contribuciones de las instituciones estatales, todas ellas concentradas en la capital (teatro, ópera, museos, centros de investigación nacionales); en un caso de concentración superior al del modelo centralista francés que, como mínimo, se permite desconcentrar en provincias instituciones de rango nacional.

Y otra precisión. Los datos que he comparado son los de aportaciones antes de la nivelación y los recursos después de la nivelación, pero con paridad de poder adquisitivo o de compra. Porque este es el dato relevante. El coste medio de la vida en Extremadura es aproximadamente un 30% inferior al de Cataluña. Por lo tanto, para saber de verdad el impacto sobre el ascensor social o el descensor social del injusto sistema de financiación, hay que comparar estos dos datos.

En síntesis: el mapa de la financiación muestra que por la ley de los contrapesos, el espectacular ascensor social que experimentan los ciudadanos del Gran Madrid, o sea de la Gran Castilla, se hace a expensas del brutal descenso social de los ciudadanos de los territorios de la antigua Corona de Aragón más Murcia. Si el Estado del Bienestar español funciona de este modo discriminatorio, todavía me extraña que no haya más movimientos independentistas y/o anarquistas en los territorios castigados, aquellos que el mapa de mediados del siglo XIX calificaba de ‘España asimilada’.

Leer el artículo original en catalán