Artesanos Camiseros, a la liquidación

La firma Artesanos Camiseros entra en proceso de liquidación. No ha logrado superar el concurso de acreedores que instó hace tres años, con un activo de 7,6 millones y deudas de 10 millones. Tras arduas negociaciones suscribió un convenio que fijaba la quita o condonación de un tercio de la deuda, pero aun así fue incapaz de remontar su situación patrimonial y desaparece del mapa. Ahora, el juzgado acaba de aprobar el plan de liquidación.

La sociedad se fundó en Madrid en 1992 para manufacturar camisas a medida. Su promotor, Francisco Moreno, había sido presidente de La Lactaria Española, Aceites Carbonell y Endiasa (grupo alimentario del INI). La mayoría del capital y todo el equipo de dirección eran de origen andaluz. Entre los principales socios son de citar Juan Abelló, ex farmacéutico, multimillonario y terrateniente; y José Aureliano Recio, un histórico del PSOE que está asociado con el ex ministro Carlos Solchaga.

La iniciativa alcanzó un éxito redondo. Sus confecciones, de gran calidad y precios competitivos, se abrieron pronto un amplio hueco en el mercado. En sus mejores tiempos, llegó a girar 18 millones de euros, con dos fábricas en Castilla La Mancha, 250 puntos de venta, presencia en 22 países y una plantilla cercana al medio millar de personas.

En 2006 compró la enseña de alta costura Elio Bernhayer y se proponía abordar la producción de trajes de hombre a medida. Pero el año siguiente estalló la crisis, seguida de un implacable proceso de retraimiento del consumo. Artesanos Camiseros no pudo evitar que su cifra de negocio cayera en barrena y finalmente se precipitó por la sima de la declaración de insolvencia. Algo similar ha ocurrido con otras varias marcas de moda como Blanco, Coronel Tapiocca, Musgo, Festa Moda y Fun&Basic.