Aprender a buscar trabajo en las redes sociales

Aparte de las diversas opciones comunicativas que ofrecen las redes sociales tanto en la esfera personal como en la empresarial, también resultan uno de los canales más efectivos para la búsqueda de empleo. Es esta una de sus potencialidades más útiles para las personas que buscan un puesto de trabajo y para las que se encargan de reclutar candidatos para una vacante.

La red social de carácter profesional más importante es LinkedIn. De hecho, se dice que cada segundo que cada pasa hay un nuevo usuario registrado en esta red, que cuenta ya con más de 250 millones de perfiles. No es, por tanto, una red de un alcance tan masivo como Facebook –que supera los 1.250 millones de registros-, pero, sin embargo, es más efectiva y más correcta para el ámbito profesional.

Cuando conocemos a alguien o cuando alguien nos entrevista, lo primero que hacemos es buscarlo en Facebook e indagar un poco más sobre su vida. Así llegamos a parcelas de la privacidad que antes era imposible que conociéramos: el cumpleaños de la hija de nuestro jefe, nuestro jefe echando una pachanga o nuestro jefe de pachangueo. Pero si nosotros lo hacemos, lo más probable es que también ellos lo hagan, sobre todo cuando piensan en seleccionarnos para un puesto de trabajo. Por eso, es imprescindible diferenciar nuestras redes profesionales de las de ocio y tomar conciencia de hasta dónde queremos dejarnos ver. Sé que seguramente no tengamos nada que ocultar, pero eso tampoco equivale a que tengamos que darlo todo a golpe de clic.

Donde los errores no se perdonan es en las redes profesionales. Son nuestra primera carta de presentación y, por ello, debemos definir claramente nuestra estrategia. El titular y las competencias han de responder a una serie de palabras clave que nos identifiquen y diferencien de la competencia. La fotografía también es fundamental. Dependiendo de nuestra profesión, podremos optar entre una más o menos formal, pero, en cualquier caso, pensemos que estamos en una red de contactos profesionales por lo que se descartan playas, copas, amigos, juergas, bodas, bautizos y comuniones. Un simple ‘hola’ es mejor que ‘estimado’ o ‘distinguido’ para dirigirnos a terceros, pues las distancias se acortan al establecer contacto a través de la red. Y, luego, por supuesto el momento LinkedIn por lo menos una vez al día es imprescindible para gestionar las interacciones.

Ahora en portada