Andorra se encamina hacia el intercambio automático de información fiscal
Andorra se encuentra en la tercera fase de su proceso de acercamiento gradual y progresivo hacia la Unión Europea (UE).
La primera fase se inició con la firma en 1990 de un acuerdo de unión aduanera y comercial. La segunda fase se concretó con los acuerdos de cooperación y de fiscalidad sobre el ahorro de no residentes (2004) y el acuerdo monetario (2011) por el que Andorra se homologa con la normativa bancaria y financiera de la UE y se le autoriza a acuñar euros.
La tercera fase, actualmente en curso, apunta, por una parte, a la conclusión de un acuerdo de asociación con la correspondiente incorporación del Principado al mercado interior europeo. Y, por otra, se avanza hacia la revisión del acuerdo de fiscalidad de 2004 a través de la introducción de un sistema de intercambio automático de información fiscal según el nuevo estándar internacional de la OCDE y del G-20, que ya está en vigor entre la mayoría de los estados miembros de la UE.
Como consecuencia de la amenaza de dimisión como copríncipe de Andorra del entonces Presidente de la República Francesa y del G-20, Nicolás Sarkozy, producida en 2009, en caso de que no se avanzara de manera decidida hacia la cooperación, la transparencia y el intercambio de información fiscal, Andorra ha procedido a adoptar desde entonces una larga serie de medidas muy relevantes.
Entre tales medidas se encuentran las siguientes: ley sobre intercambio de información fiscal, modificación del código penal, acuerdos sobre intercambio de información fiscal con más de veinte países, convenios de doble imposición con países vecinos (Francia, España y Portugal), adopción de un nuevo y completo sistema de tributación y una nueva normativa liberalizadora de las inversiones extranjeras.
Andorra ya ha recogido los primeros frutos de esta aceleración reformista al haber sido eliminada de las listas de paraísos fiscales por parte de España y de la OCDE.
Dentro de la tercera fase de acercamiento a la UE, Andorra está negociando la revisión del acuerdo de fiscalidad de 2004 juntamente con otros cuatro países: Suiza, Liechtenstein, Mónaco y San Marino.
Como es obvio, Suiza es la pieza mayor del grupo y, por tanto, la aceptación por parte de este país del principio del intercambio automático de información fiscal –que supone la desaparición del secreto bancario– tiene un carácter determinante para el conjunto. Esta aceptación se ha producido efectivamente el pasado marzo.
Con este motivo, el Comisario responsable de Asuntos Económicos, el francés Pierre Moscovici, ha declarado lo siguiente: «Hemos dado un paso decisivo hacia una transparencia fiscal total entre Suiza y la UE, que es vital para garantizar que cada país pueda recaudar los ingresos fiscales que se le deben. Gracias a este acuerdo, los Estados miembros de la UE recibirán anualmente los nombres, direcciones, números de identificación fiscal y fechas de nacimiento de sus residentes que tengan cuentas en Suiza, así como un amplio conjunto de otros datos financieros y de balance de las cuentas. El objetivo es que las nuevas reglas puedan ser aplicadas a tiempo para empezar el intercambio automático de información a partir de 2018 «.
Andorra se encamina hacia la adopción del intercambio de información siguiendo las pautas marcadas por Suiza. Las fases que le han precedido son la demanda de información por la vía judicial y por la vía administrativa. El sistema del intercambio automático supone un avance extraordinario en relación con las prácticas anteriores.
El ámbito de información a intercambiar mediante este sistema es muy amplio. En concreto, abarca todo tipo de cuentas financieras (depósitos bancarios, valores negociables, participaciones en fondos de inversión, seguros, rentas, etc.) e incluye datos referentes a saldos, importes percibidos por rentas o transmisiones, así como la identificación de la persona o entidad titular y de quien efectivamente controle la cuenta.
La información se intercambia anualmente y de forma automática, es decir, sin necesidad de requerir a las autoridades fiscales extranjeras información referente a algún caso individualizado por haberse encontrado indicios de fraude.
El jefe de gobierno de Andorra, Antoni Martí, ha declarado recientemente que «todo esto lo hacemos porque hay una vocación clara e irreversible por parte de Andorra de optar hacia la transparencia y de hacer una apuesta decidida hacia la apertura económica para diversificar nuestra economía «.