Algunas verdades sobre la facturación de las ‘start ups’ en España

Hace tiempo que estaba detrás de los datos reales de facturación de las start ups en España. Es un mundo a menudo demasiado opaco, poco transparente. Sorprende además la facilidad con la que algunos se han adueñado y prostituido el nombre de emprendedor. Ahora que faltan pocos días para finalizar la campaña del impuesto de sociedades del 2013 es un buen momento para zambullirse en los últimos datos de registros públicos, el cierre del ejercicio 2012.

Obviamente no están todas las empresas nacidas en la red. Aún a día de hoy muchas no llevan sus cuentas al Registro Mercantil. Pero he podido seleccionar cerca de 30. Algunas bien conocidas, otras bajo la batuta de emprendedores reconocidos. Muchas están participadas por fondos, business angels. La mayoría aparecen citadas en prensa de forma regular. De todas ellas se han analizado los balances y los datos del 2012. No hace falta decir que toda la documentación es accesible para el público. No están todas y sería un buen proyecto ampliar estos datos con otras empresas que seguramente son menos mediáticas. Alguien podrá discutir la selección, pero estamos ante los fríos datos. Como me gusta decir últimamente “yo no maté a Kennedy”. Es decir, son claros y sin discusión.

La mayoría de sociedades analizadas no tienen auditores. No hace falta decir que si Gowex, auditada y bajo control de la CNMV, ha hecho lo que ha hecho, deberíamos coger algunos datos con pinzas. Sin auditores, no es complicado pensar que por ejemplo fuera común descubrir facturas cruzadas entre sociedades del mismo grupo con el fin incluso de maquillar alguno de los números. El conjunto de sociedades oscila entre ventas de 200.000 euros y cerca de 90.000.000 en 2012. Las nuevas cuentas del 2013 se deben enviar antes del 25 de julio. Se han considerado cifras claves como ventas, beneficio/pérdidas, ebitda o número de trabajadores.

Del conjunto de empresas analizadas el orden por ventas es el siguiente (cierre 2012). En los máximos encontramos a Privalia con ingresos de cerca de 88 millones; Infojobs, con 26 millones; Kimia, con 19 millones; Offerum, con 16 millones; y Trovit, con cerca de 15 millones de euros. En el otro extremo, EyeOS aparece con apenas 250.000 euros; Flores Frescas o Gigas sobre 400.000 euros o una que para mí es una sorpresa positiva, La cigüeña del Bebé, cercana a los 800.000 euros. Un buen número de ellas se mueven alrededor del millón de euros: Bankimia, 850.000 euros; diversas empresas de Didac Lee como Zyncro, sobre 1.800.000 euros; el propio Inspirit, con 1.200.000; Bubok o Restalo sobre 1.100.000; y otras menos conocidas por el gran público como Habitissimo o Review Pro, en cifras parecidas.

Cuando llegamos a los beneficios encontramos datos para pensar. Empresas como EyeOS, cuyo máximo exponente era Pau García –por cierto, me parece un chico muy agradable–, expuesto como uno de los referentes del emprendimiento del país, perdió ese año cerca de 1.100.000 euros, es decir cinco veces lo facturado. Tampoco Gigas, con el doble de pérdidas que ventas; Restalo, con tantas pérdidas como ventas; o Review Pro o Bankimia con pérdidas equivalentes al 60-70% de lo vendido, parecen gozar de la mejor salud.

Capítulo aparte merecen las empresas de Didac Lee. Personaje más conocido por su posición en el FC Barcelona que por el éxito de sus negocios. Parece un empresario a veces más dedicado a cuidar su imagen que la de sus empresas. Zyncro tiene un Ebitda negativo de más de 1 millón de euros para apenas 1,8 millones de facturación. Igual o peor Inspirit, donde más pierde, más del 50% sobre lo facturado. Es decir, casi 700 000 euros sobre 1.200.000 euros vendidos. Hay que recordar además que dos de sus inversiones, Adfleet y Seleqto, ya están en concurso de acreedores. Y que otra de sus empresas, The Etailers, presenta pérdidas superiores a 400.000 euros para una facturación no muy superior.

Es un buen ejemplo del emprendedor en serie. Palabra soez que abre puertas del más incauto. Pero fríamente se asemeja más a un recaudador en serie. El fin sólo es conseguir dinero. Pocos resultados, pero muchos contactos. Así, mientras los números de sus empresas son los que son, Lee es la imagen de una campaña del Ayuntamiento de Barcelona y la voz del Banc de Sabadell para los emprendedores. Sorprendente en otro país. Suponemos que ambas de pago. No le daré yo –un concursado retirado de la vida pública empresarial– consejos a Josep Oliu, presidente del Banc Sabadell. Pero creo que él no estaría buscando clientes en una situación similar. Sus accionistas tampoco creo que estarían muy contentos.

Pero no todo es humo o, como dirían algunos, inversiones fallidas. Es más, alguno de los inversores consultados han usado otras palabras de mayor calado que no reproduciremos por vergüenza ajena. Empresas como Infojobs –el grupo Intercom presenta en general grandes ideas y proyectos– dispone de unos números envidiables: más de 9 millones de beneficio sobre 26 millones de facturación. Trovit está 6 millones en positivo para cerca de 14 millones de facturación. Después hay un grupo con cifras estables sobre un 10-30% de beneficio –en muchos casos millonarios– en empresas como Akamon (un gran acierto de un gran equipo y que conste que no los conozco), Vlex, Lleida.net, Kimia y Habitissimo, entre otras. Sí que hay, por tanto, espejos donde mirarse.

Creo que estos ejercicios de repasar datos públicos deberían ser más habituales. En este país, la imagen acostumbra a superar a los hechos en muchas ocasiones, y siempre es bueno remitirse a hechos. No olvidemos que en los próximos meses estarán disponibles los datos del año 2013 y será otro buen momento para seguir estudiando la salud de empresas y emprendedores. También esta columna esta abierta a recibir nuevos datos. Tanto de empresas citadas como de empresas no citadas, que crean merecen más espacio que algunas más mediáticas.

En su momento comentamos que Gowex debía tener todos los controles del mundo y se coló. Quizás va siendo hora que en el mundo de los emprendedores también valoremos en su punto quién hace los deberes y quien simplemente vende que los hace. Dar modelos equivocados no es el buen camino. Poco puede explicar en la televisión, en premios o en las conferencias quien es descuidado con su propio proyecto. Una cosa es el espectáculo del emprendedor y otra bien diferente es emprender.