¿Ahuyentará el brexit a los inversores árabes de Londres?

La decisión inesperada del Reino Unido el 24 de junio de salir de la UE ha enviado ondas expansivas por todo el mundo, y las consecuencias de la votación del ‘Brexit’ se hará sentir en los próximos años. El Brexit tendrá poco impacto inmediato y directo sobre la política económica, negocios o proyectos del Reino unido con Oriente Medio, porque los contratos y transacciones regionales se realiza en gran medida en dólares, y el gobierno inglés proporciona apoyo como los créditos a la internacionalización.

Mientras, los exportadores británicos se beneficiarán de una libra más débil que permitirá que sus productos y servicios sean más competitivos. Los precios del petróleo también pueden verse afectados, si la agitación impacta en una ralentización del crecimiento económico del Reino unido y de la Unión Europea.

El voto favorable al Brexit ha cogido por sorpresa a los inversores y hombres de negocios extranjeros y especialmente los de Medio Oriente que lideran junto con los norteamericanos la inversión en valores de renta variable y del sector inmobiliario y hotelero. Y ahora se preguntan cómo les puede afectar. A corto plazo, el impacto inmediato de la salida del Reino Unido de la Unión Europea se encuentra en las enormes inversiones de propiedad de los fondos de riqueza soberana del Golfo en el reino, que se enfrentan a un período de incertidumbre y probablemente tratarán de transferir o vender parte de sus inversiones hacia entornos más estables o seguros.

Desde que estalló la crisis financiera mundial, los fondos soberanos de Oriente Medio se han convertido en una de las fuentes de capital en el panorama mundial del sector inmobiliario. Cerca del 75% de las inversiones inmobiliarias comerciales de Oriente Medio se hicieron fuera de la región en los últimos años. Europa gana la mayor parte de la tarta, ya que el 80% de la inversión directa de esta región se dirige a los países europeos, porque ofrecen diversificación, aceptación cultural, alta liquidez y protección fiscal.

Reino Unido es el primer mercado receptor con un volumen de transacciones en el sector hotelero y inmobiliario que representan el 39% de las ventas totales en Europa. Las inversiones del Golfo se calculan en más de 250.000 millones de dólares. Arabia Saudí representa el 55% de las inversiones del Golfo, seguido por Qatar con un 20% y Kuwait, con el 18%, mientras el resto comparten el 7%.

Este capital es en general de carácter institucional, casi la mitad procede de los fondos soberanos. Las transacciones de los compradores de Oriente Medio muestran un fuerte sesgo hacia Londres, cerca del 50 % del total. Los inversores árabes y del Golfo han hecho un apuesta estratégica por Londres y la City puesto que buscan ciudades o países por su potencial de crecimiento sólido y su estatus como un centro económico, financiero regional o global, junto con un entorno político estable y un sistema legal transparente. Y se sienten atraídos por el flujo de ingresos constante y la posibilidad de crecimiento del capital a largo plazo.

Estos factores son claves para acelerar sus decisiones. Los fondos de Oriente Medio han invertido más de un billón de dólares en los mercados globales, pero ahora pueden estar buscando un cambio de rumbo empujados por la situación en UE especialmente después del Brexit del Reino unido, y la incertidumbre en EEUU, que son sus mercados preferenciales. Y además, los enormes compromisos de proyectos en la región, y sobre todo por los bajos precios del petróleo, los estados del Golfo no están frenando sus compromisos de capital, lo que indica que tendrían que echar mano de sus reservas.

Londres y el Reino Unido tienen miedo de que los inversores de los países del Golfo reduzcan su tasa de inversión en un 25%-35% y empiecen a buscar sedes alternativas a Londres para sus fondos puesto que el Brexit puede impactar en la disminución de los valores de los activos y depreciación de la libra . Francia, Alemania, España empiezan a mover ficha y se ofrecen.