Adiós, Espe
No es fácil creerlo. Que se vaya Esperanza Aguirre. El escepticismo revolotea en todo Madrid. En toda España. Porque este icono de la política dice que se va. ¿Dónde? Ah, ese es otro misterio de doña Espe. Siempre hay que esperar la segunda parte. De nuevo desafía a Génova, sede del PP, y pide un congreso extraordinario de Madrid.
El caso es dar la nota. El tema es estar en el candelero nacional. Pero, oiga, que sí, que es verdad, que ha dicho que se va. No sé si creerlo. No se presentará a la reelección. Uf, qué mal lo tiene que ver. Lo de su partido, me refiero.
Se quedó sin presidencia de partido, sin presidencia de autonomía, sin ser alcaldesa… así que se va. Adiós a la política. Tanta paz lleve como corrupción deja en esta cloaca que se llama Madrid. Porque desde el Tamayazo, Madrid se convirtió en una cloaca. Y qué casualidad, todos los que rozaron su falda, los más cercanos, o están en la cárcel o a punto de ir.
Ya son conocidos de todos. En todas las despedidas siempre sale el lado generoso y se destacan las bondades del que se va. Pues qué difícil resulta en este caso. No sale la fibra. ¿Ha hecho algo bueno por los ciudadanos de Madrid? Ya le respondieron el 24M. Sólo lo ha hecho por ese centenar de amigos. Por los ciudadanos de a pie… nada de nada. Sin acritud, pero nada.
Pasó tu tiempo, Espe. Tarde te vas. Eso sí, al oírte, a Mariano la sonrisa de satisfacción no le cabía en la ventana de La Moncloa. ¡Qué respiro dio el tío! ¡Qué peso se ha quitado de encima! No sabrá cómo agradecértelo. Y si te vas del ayuntamiento, mejor.
Porque ahora, en Génova, no quieren congresos. A lo peor, Espe, le has fastidiado los cambios previstos por Mariano en el partido. O la fecha de elecciones que tenía previsto convocar. Tú, Espe, siempre tan oportuna. Un genio. Que va a haber elecciones generales y el amigo Mariano no quiere cambios antes de las mismas.
No te enteras, Espe. O sí. Lo mismo demasiado. Y puestos a incordiar… que le den. Ha dicho Cospe, tu amiga, que «no es momento de originalidad ni de congresos». Olé, y vas tú y quieres congreso. Una excepción. Tú, Espe, siempre colaborando.
Adiós, Espe. Lideresa de la comunidad. Lideresa sin poltrona. Los jueces, incluida Carmena, deberían premiarte como visionaria de la modernidad política. Donde pusiste el ojo salió un talento. Un talento púnico para esquilmar al erario público. Nadie te ha ganado a talentos corruptos. Pero tú nunca supiste nada. No sabes nada. ¡Con lo lista que eres! Adiós, Espe.