2020, año político
Este año estará cargado de novedades, aunque el debate político seguirá siendo el mismo
Qué tedioso se presenta el debate político para el 2020 y sin embargo cuántas cosas nuevas vamos a vivir. La justicia española acabará sentada ante la justicia europea, el Reino Unido saldrá de la Unión Europea, China se hará más grande, hasta el punto de ver cómo Europa construye su particular muralla china para evitar la invasión de los bárbaros que casi siempre provienen del sur.
Veremos que serán los ciudadanos quienes paguen la emergencia climática y que los jóvenes se sublevarán un poco más contra los gigantes egoístas, los adultos. Los coches diésel desfilarán por la ciudad de Barcelona como moribundos esperando que les llegue su final. Es probable que se suban los impuestos en España y Cataluña mientras los gobiernos españoles o catalanes nos dicen que la economía no para de crecer.
El recibo de la luz es cada vez más oscuro e indescifrable. La reforma de educación volverá a ser discutida desde ópticas ideológicas pero no educativas. La derecha española se sublevará contra toda iniciativa de la coalición de la izquierda que gobernará como un equilibrista que no ve el final del camino. Asistiremos al espectáculo de un gobierno de coalición en el que si la derecha tuviera la verdad nunca se aceptaría.
La cuestión catalana se abrirá paso en la política española como la prueba de que España necesita ser reformada. Y Cataluña esperará a celebrar las elecciones autonómicas para fijar un poco más su rumbo hacia un nuevo referéndum con objeto de declarar su independencia. Iniciamos el 2020 aquejados con los mismos males que el 2019 y con la esperanza intacta de ver cuanto antes un gobierno que nos aleje de unas nuevas elecciones.
Adiós a la inacción de 2019
Recapitulemos. El 2020 será el año de las reducciones y el empequeñecimiento colectivo. Se reducirá la Unión Europea y nos podemos preguntar si España será más pequeña. Se reducirá el ahorro de las familias y las expectativas de crecimiento económico. Y es probable que se reduzca el número de nacimientos en España.
Este escenario, proclive al desaliento, debe verse como una oportunidad para volver a retornar a la política con ambición y dejar atrás la inacción del 2019. Una vez tengamos gobierno, no puede pretender gobernar empequeñeciendo la capacidad de crecimiento de la sociedad española y su capacidad de iniciativa.
No podrá gobernar dividiendo España por la cuestión catalana y deberá buscar una estrategia política para recuperar algunos consensos básicos y evitar la división en materias como son las pensiones, la educación, la cuestión territorial, el poder judicial o la política internacional. El 2020 será un año político para la acción política o será un nuevo año perdido.