Un libro revela que el Rey ayudó a Urdangarín en sus actividades
El fiscal Pedro Horrach está haciendo lo indecible para evitar la imputación de la infanta Cristina, hasta el punto de que en el mundillo judicial se comenta que más parece defensor que acusador. Mientras, acaba de publicarse un libro titulado Urdangarín y la America’s Cup, que firma Ricardo Grenville (eventual seudónimo de Diego Torres, ex socio del marido de la infanta), y que lleva por subtítulo El verdadero papel de la Casa Real en los negocios de los duques de Palma.
En él se analiza con todo lujo de detalles el papel desempeñado por el Rey Juan Carlos en algunos episodios del caso Nóos. En concreto, se centra en el llamado proyecto Ayre, cuyo objetivo era el diseño y construcción de una embarcación para competir en la 33ª edición de la America’s Cup.
Los correos intervenidos a Urdangarín revelan que tanto el Rey como toda la familia real conocían e incluso participaron en las actividades ilícitas del duque de Palma. Los mails muestran que el Rey mantuvo reuniones con el director del proyecto Ayre, hizo gestiones ante el presidente valenciano Francisco Camps, envió emisarios a negociar con Iberostar y otras empresas, y él mismo se encargó personalmente de hablar con el presidente del BBVA, Francisco González. En algunas de esas actuaciones tomó parte la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, autodefinida como “amiga entrañable del Rey”.
Las regias gestiones dieron sus frutos y el monarca consiguió apalabrar un sustancioso patrocinio, que no se materializó porque el evento se celebró finalmente en otro país.
Los correos electrónicos, incluidos en el sumario del caso Nóos, también ponen de manifiesto que la infanta Cristina conocía al detalle la iniciativa de su esposo, ejerció de intermediaria en algunas gestiones del Rey y aceptó cargos en el equipo.
Así mismo, la infanta Elena se sumó a participar e incluso el príncipe Felipe aceptó la presidencia de honor y figuraba en el organigrama que se presentó a los medios de comunicación. El libro del supuesto Grenville concluye que Urdangarín no actuó de espaldas a la familia real, sino que ésta le ayudó mediante infinidad de gestiones ante Administraciones y empresas privadas.