Un libro destapa las estrechas vinculaciones entre Urdangarín y Esade
Ha salido de las prensas la obra Valencia Summit 2004: Urdangarín y Esade, del escritor y ensayista Ricardo Grenville. Tras un alud de información sobre este escándalo, que ha removido los cimientos de la Casa Real y ha colocado a la Infanta Cristina al borde de la imputación judicial, parecía difícil aportar novedades al caso. El autor se ha centrado en una faceta, las imágenes –inéditas– de aquel certamen celebrado hace nueve años, en las que queda patente la íntima relación que existió entre el ex jugador de balonmano y la escuela de negocios.
Grenville se decidió a publicar el libro tras escuchar unas declaraciones de la directora del centro docente, Eugenia Bieto, en las que presentaba a Esade como una “víctima” de los turbios manejos de Urdangarín.
Gracias a la documentación gráfica, se descubre que no puede considerarse a Esade como víctima de Urdangarín, ni tan siquiera un mero instrumento utilizado por el duque de Palma para sus fines espurios. Grenville revela que la escuela de negocios se involucró plenamente en el Valencia Summit 2004 y sugiere que sin duda debió obtener píngües beneficios de toda la farsa montada en Valencia.
También queda patente que los nexos entre la escuela y Urdangarín no se circunscribieron a un reducido círculo de profesores, sino que implicó a numerosos académicos, colaboradores y antiguos alumnos.
Los lazos entre Urdangarín y Esade se han personificado en su ex socio Diego Torres, profesor de la escuela en aquella época. Pero abarcan a otros muchos docentes. Así, Mario Sorribas, trabajador de Nóos, también pertenecía al claustro de profesores de Esade. Y Marcel Planellas, secretario general de la institución académica, presentó su renuncia en marzo de 2012 alegando “motivos personales”, tras saberse que cobró 128.000 euros del Instituto Nóos y además recibió un todoterreno Volvo por sus labores de asesoramiento.