Torrons Vicens se prepara para dar el salto a París
El grupo bicentenario factura 16 millones de euros e impulsa su red de comercialización
Torrons Vicens es una compañía que empezó a vender sus turrones artesanales en 1775 en Agramunt (Lleida). Su gerente, Àngel Velasco, asegura a Economía Digital que mantienen el espíritu fundacional de comercializar un producto tradicional, a pesar de que sus referencias actualmente incluyan más de 300 dulces distintos. Tras cerrar un ejercicio con una facturación de 16 millones de euros (el 30% más que el año anterior) y despachar más de dos millones de barras de turrones, la compañía se prepara para dar un salto internacional. Inaugurará en un mes y medio su primera tienda en Francia.
El grupo desembarcará en el centro de París para intentar conquistar tanto los exigentes paladares galos como los de todos los turistas que se acercan a la capital del Sena. Además de los turrones artesanos –venden desde los tradicionales de almendra a otros como una barra de chocolate con queso con denominación de origen del Alt Urgell y La Cerdanya (Lleida)– también comercializan galletas y otros dulces producidos en su obrador, donde trabajan de forma permanente 60 personas.
Apoyo de la ‘marca Bulli’
Para alcanzar su objetivo, cuentan también con la fortaleza de la marca Bulli. Albert Adrià, hermano de Ferran Adrià, colaboró con los artesanos de Vicens en el desarrollo de nuevos sabores que se empezaron a comercializar la pasada Navidad. Estos productos pretenden ir más allá del dulce de fiestas. “Queremos que se consuman todo el año”, relata Velasco. Por ello, tendrán una presencia destacada en la red de tiendas.
Esta cadena de distribución también recibirá un fuerte impulso este año. Antes de París, Vicens abrirá las puertas en el Poble Espanyol de Barcelona “para vender a los turistas”, en palabras de su gerente; y en Perpiñán, un municipio francés del Pirineo. Cada establecimiento implica una inversión que oscila entre los 40.000 y los 50.000 euros. El grupo de alimentación ya regenta 28 tiendas, uno de ellos en Madrid. Para crecer, la empresa también quiere explotar el modelo de franquicia y asegurarse más puntos de venta.
La cúpula de Torrons Vicens espera que su facturación incremente, como mínimo, un 10% en el ejercicio actual.