The Valley analiza los dos lados de la moneda de los avances tecnológicos

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/COMUNICAE/

La tecnología facilita la comunicación inmediata, abre las puertas a innumerables fuentes de información, conocimiento y aprendizaje y permite que los profesionales dediquen más tiempo a tareas que requieran pensamiento crítico. No obstante, si la digitalización no se aborda de la forma correcta podría acarrerar riesgos

Las tecnologías y la transformación digital han revolucionado totalmente la manera de vivir y comportarse. Con los rápidos avances tecnológicos, la sociedad ha adquirido la capacidad de adaptarse a los nuevos usos y posibilidades que permiten los dispositivos y plataformas, e incluso de las tendencias y tecnologías más disruptivas como la realidad virtual, el Internet de las Cosas o el Blockchain.

Para beneficiarse de todas las ventajas de la tecnología hay que destacar su contexto, razón, objetivos de uso y el tiempo diario que se dedique a estar conectado. Para arrojar luz sobre este tema, los expertos del hub de conocimiento The Valley han analizado los pros y contras de los avances tecnológicos:

‘¿Somos más o menos amigos?’
La tecnología impulsa la comunicación entre personas a niveles inimaginables y brinda un universo de facilidades como, por ejemplo, realizar videollamadas con personas que están a kilómetros de distancia o tener una conversación fluida a través de mensajería instantánea, todo esto a través de un dispositivo más pequeño que el tamaño de una mano.

Sin embargo, en este ámbito existe mucha controversia por los inconvenientes que han traído los avances tecnológicos, y es que, en muchos casos, el hecho de querer conectar con aquellos que están lejos puede hacer olvidarse de conectar con las personas que están en el mismo espacio, relegando así las relaciones interpersonales físicas a un segundo plano.

En este mismo sentido, la tecnología ha impactado también en las relaciones familiares y la forma en la que los niños y adolescentes interactúan con sus padres. Los videojuegos o las redes sociales, por ejemplo, juegan como un arma de doble filo. Por un lado, según el tipo de soporte del que se trate puede cumplir una función educativa y de entretenimiento, pero si se hace un uso incorrecto o excesivo de estos medios, pueden causar adicción o soledad. Aquí resulta importante que los padres sepan educar a sus hijos en un mundo tecnológico, para que hagan un buen uso de estas herramientas, fijando, por ejemplo, horas definidas de uso de los dispositivos o ejerciendo una «vigilancia» del tipo de plataformas que frecuentan los niños y de qué forma y con quién interactúan en ellas.

¿Impulsa el aprendizaje o limita la creatividad?
Los dispositivos tecnológicos son las plataformas que abren las puertas a Internet y, por ende, a un mundo infinito de información. En la educación escolar o universitaria las herramientas tecnológicas como apps, gadgets de realidad virtual o dispositivos como ordenadores, tabletas o móviles impulsan el aprendizaje autodidacta y permiten otras formas innovadoras para que los expertos transmitan sus conocimientos mediante técnicas como quiz dinámicos o trabajo colaborativo. Más allá, la tecnología ha hecho posible el formato de educación a distancia que permite que cualquier persona, esté donde esté, pueda acceder a formación de calidad sin necesidad de desplazarse.

A pesar de las numerosas ventajas de la tecnología en este ámbito, también acarrea algunas limitaciones. Por ejemplo, se corre el riesgo de que los niños no estén motivados por aprender ya que ven que pueden acceder a todo el conocimiento de forma inmediata. También, podría limitar la creatividad o impactar en la capacidad de concentración.

Otro punto que se debe tomar en cuenta en la exposición de los niños a la tecnología e Internet es el contenido que pueden llegar a consumir, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. Los padres y educadores que permiten el uso de internet entre los más pequeños deben ser conscientes e involucrase estableciendo límites y filtros en sus motores de búsqueda, para evitar que puedan acceder a contenidos adultos o que puedan ceder datos sin consentimiento.

¿Talento más eficiente y productivo o más riesgos digitales?
La transformación digital ha llegado ya a todos los sectores económicos. De hecho, es cada vez más común escuchar conceptos tradicionales como sector inmobiliario o legal reemplazados por proptech o legaltech.

En el ámbito profesional la digitalización trae infinitas facilidades, como por ejemplo el impulso de la eficiencia y productividad de los empleados gracias a herramientas smart que permiten que los profesionales dediquen más tiempo a las actividades que requieren creatividad o pensamiento crítico. Entre ellas el Cloud Computing, que permite tener espacio de almacenamiento ilimitado en la nube; el Big Data y la analítica digital para mejorar las estrategias de negocio mediante el análisis de grandes cantidades de datos; el Internet Of Things que posibilita la conexión de diversos dispositivos tecnológicos o los CRM (Customer Relationship Management) para optimizar procesos de venta mediante una interacción más fácil con los clientes.

Sin embargo, la revolución tecnológica trae también consigo mayores riesgos de ser víctima de ciberataques en la red, lo que podría poner en peligro el curso normal de la actividad de la empresa o incluso la documentación confidencial de la propia organización o de otros agentes externos. Por eso, en el momento de abordar el proceso del cambio, es muy importante hacerlo de la mano de perfiles expertos como los CTO o los expertos en negocios digitales que tengan los conocimientos necesarios.

Fuente Comunicae

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