El textil toma el relevo en las urgencias ESG para empresas
Alrededor de uno de cada tres empleados viste uniformidades y ropa laboral
El contexto de emergencia climática actual, en el que los recursos naturales escasean y la huella ambiental sigue creciendo, la industria textil emerge como un protagonista clave en la lucha por un futuro más sostenible. Su elevado impacto medioambiental ha provocado que las autoridades centren su atención en el impulso de medidas que frenen a un sector que es responsable del 10% de las emisiones mundiales de CO2, una cifra que según el Parlamento Europeo es muy superior a la suma de la aviación internacional y el transporte marítimo.
Datos como que el 20% de la contaminación de agua potable proviene de los procesos de producción textil o que el año pasado se generó en España una cantidad de residuos textiles equivalente a una caravana de camiones de carga que va desde el centro de Madrid al centro de Barcelona ponen de manifiesto la necesidad de cambiar el modelo actual del sector por uno que fomente la circularidad de las prendas y asegure la actividad y la sostenibilidad de esta industria a largo plazo.
La Unión Europea (UE) ha empezado a dar pasos para abordar los desafíos ambientales y éticos que presenta esta industria. El pasado mes de junio, el pleno del parlamento europeo dio el visto bueno a las recomendaciones para la puesta en marcha de una estrategia de la UE para tejidos sostenibles y circulares que tiene como objetivo combatir el exceso de producción y consumo de textiles. Este cambio no solo tendrá un impacto en los consumidores individuales, sino también en las empresas, ya que se estima que aproximadamente una de cada tres personas utiliza uniformes en su trabajo.
Entre los objetivos que persigue la nueva legislación propuesta está la aplicación de medidas que promuevan que los textiles en la UE sean más duraderos y fáciles de reciclar, además de frenar la cultura del ‘fast fashion’, que en gran medida ha provocado que la producción textil haya aumentado un 400% durante los últimos años. En este sentido son varios los proyectos nacidos durante los últimos años que ofrecen interesantes soluciones para garantizar la transición hacia la economía circular en el sector de la moda. Ejemplo de ello es Circoolar, una empresa que busca ser parte del verdadero cambio hacia un modelo de negocio textil más respetuoso con el planeta a la vez que ayuda a las compañías en su propósito de ser más sostenibles a través de sus uniformidades y ropa laboral.
Los criterios ESG se han vuelto imperativos en el tejido empresarial, dando valor al impacto ambiental, social y de gobierno que generan las compañías. Circoolar es la primera empresa especializada en ropa laboral certificada como BCorp que apuesta por introducir los principios de la economía circular y el impacto social en la uniformidad de las empresas, un elemento imprescindible en los principales sectores de actividad en España. Su forma de entender el sector de la moda se basa en un modelo circular sustentado por tres pilares fundamentales: trabajar con tejidos 100% eco-friendly y reciclados, desarrollar un eco-diseño que reduzca los residuos a cero y generar un impacto social positivo con la confección de sus prendas.
Esta startup fundada en Barcelona da respuesta a tres preguntas que se alinean con los principios de la economía circular: de qué está hecha la ropa laboral, quién la ha producido y cuántos residuos genera. Circoolar confecciona sus prendas a partir de tejidos ecológicos como el algodón triturado, reciclado u orgánico, el poliéster reciclado u otros tejidos recuperados y confecciona su producción en talleres locales de inserción laboral y empoderamiento femenino (a los que se dona un 10% de los beneficios) y/o talleres nacionales y de proximidad con condiciones dignas de trabajo, sumando así un valor social a cada prenda. Además, con el fin de garantizar la circularidad de las prendas, la compañía elabora todos sus artículos siguiendo criterios de eco-diseño que permiten reciclar los tejidos dándoles una segunda vida a través del servicio de recogida y reciclabilidad que ha implementado para volver a introducirlos en las uniformidades de sus clientes.
Circoolar ha desarrollado dos propuestas diferentes para ayudar a las empresas a vestir de manera sostenible y transmitir sus valores éticos a través de sus uniformes y merchandising. La empresa ofrece, por un lado, la posibilidad de recoger viejo residuo textil y reciclarlo en nuevo hilo y tejido para desarrollar nuevos productos en función de la calidad final del hilo. Por otro, también recicla este residuo en fieltro 100% trazable con el que eco-diseña y confecciona posibles productos de merchandising tanto interno como externo. Ambas opciones cumplen con el propósito de fomentar las segundas oportunidades, un valor que también traslada a su proceso de confección desarrollado únicamente en talleres KM0 de inserción social.
La hoja de ruta a seguir para lograr el Pacto Europeo Verde pasa por conseguir que en 2030 en Europa todos los textiles sean duraderos y reciclables, fabricados en gran medida con fibras recicladas, libres de sustancias peligrosas y producidos con respeto a los derechos sociales y al medio ambiente. Una tarea imprescindible teniendo en cuenta que los europeos consumen casi 26 kg al año y se recicla solo un 10% del residuo textil. En respuesta a esta situación, iniciativas que apuesten por una industria textil sostenible se convierten en herramientas imprescindibles para avanzar hacia la circularidad del sector, empezando a poner en práctica medidas incluidas en la propuesta de Reglamento sobre el diseño ecológico de productos sostenibles o la Estrategia de la Unión Europea sobre los productos textiles sostenibles y circulares. Todo ello mientras se sigue a la espera de la aprobación de la modificación de la Directiva europea marco de residuos.
Utilizar uniformes sostenibles se convierte en una oportunidad para que las empresas alcancen sus objetivos ESG, generen un impacto social y medioambiental positivo, real, medible y tangible y expresen sus valores, implicando a sus empleados con el uso de ropa laboral alineada con los valores corporativos.