Stella McCartney inaugura su tienda en Barcelona
La hija del 'beatle' toma té con Vodka en Santa Eulàlia y acapara flashes en su tienda del paseo de Gràcia
Fue una visita rápida pero intensa. Stella McCartney aprovechó su viaje a Madrid, donde recibió el premio de moda de la revista Telva, para volar a Barcelona e inaugurar oficialmente su primera tienda en España y la quinta en Europa. Se trata de un local de 100 m2 que está operativo desde el pasado verano en la mejor esquina del paseo de Gràcia. Hasta entonces, sus zapatos –de 500 euros–, sus americanas –de 1.000–, o sus deseados bolsos Falabella –de 800–, sólo se vendían al otro lado de la calle, en Santa Eulalia. “La competencia siempre es positiva», dice Luís Sans, propietario de este emblemático establecimiento, y añade: «a pesar de que es preferible que las marcas que vendemos muy bien no nos abran tienda propia enfrente, nos favoreceque el sector del lujo apueste por la zona. Nosotros continuaremos distribuyendo la marca Stella MacCartney, quizás con una representación más pequeña y más seleccionada que antes”. Sans cree que la competencia vendrá más por parte de los turistas en busca de un accesorio determinado, que no por parte de los clientes locales, ya que éstos siempre preferirán elegir entre la selección de precios y estilos de las primeras marcas de moda que hay en Santa Eulalia.
Así, y para demostrar esta buena convivencia, Luis Sans y su mujer, Sandra Domínguez, organizaron un té a puerta cerrada –sólo para clientas de la casa– en honor de la famosa diseñadora británica. Ella llegó a Santa Eulalia pasadas las 17.30 con el pelo suelto, sin joyas, poco maquillaje y con un mono de seda estampado de su colección primavera 2013. Entró saludando con un apretón de manos y un “Hi! I´m Stella” a todas las invitadas: Susana Gallardo, María Ventós, Maite López Fonta, Sol Gómez de Visa, Clara Riera de Rodés, Ana Fernández de Gracia, Inma Miquel, Yolanda Corbera de Matutano, Natalia Kostenko y hasta 75 privilegiadas clientas de la tienda. Finalmente, el té brilló por su ausencia. En Londres, ya no se lleva. Prefieren los cócteles. Se brindó con Veuve Clicquot aunque Stella hizo lo propio con un cóctel de vodka.
Ya eran casi las 20.00 cuando la diseñadora, desafiando el frío y en manga corta, cruzó la calle para entrar en su tienda. Allí, se dio un auténtico baño de flashes y de fans. Posó pacientemente frente a sus cuatro escaparates o junto a la furgoneta antigua Citroën en donde se servía su cóctel preferido: té verde, mermelada, zumo de lima y vodka. ¡Un acierto! El evento, que estuvo organizado desde Londres, convocó a un público joven –ingleses residentes en la ciudad disfrazados de modernos– y actrices como Natasha Yarovenko, Ana de Armas y Leticia Dolera. También acudieron la presentadora Alejandra Prat y la diseñadora Miranda Makaroff, todas vestidas de Stella MacCarteny para la ocasión, y muchos, muchísimos curiosos.
La hija del ex beatle, se ha ganado a pulso la fama. Sus diseños de estilo mínimal, rompedor y sofisticado, copan los closets de celebrities y fashionistas de todo el mundo. Ecologista convencida y estricta vegetariana desde niña, Stella McCartney (Londres, 1971) estudió diseño de moda en la prestigiosa escuela londinense de arte y diseño Central Saint Martins. Se formó en Gucci junto a Tom Ford y fue directora creativa de Chloé antes de abrir su propia firma en el 2001, bajo el amparo del grupo Gucci. Hoy, su marca, propiedad del grupo francés Pinault-Printemps-Redoute (PPR), está presente en 50 países y tiene 18 tiendas en el mundo.