Simón y Mas, la tensión se corta con cuchillo
La relación entre el president de la Generalitat, Artur Mas, y el de Agbar, Ángel Simón, está en horas muy bajas. En la entrega de los V premios Ferrer Salat la noche del miércoles en Foment del Treball, la tensión entre ambos se cortaba con cuchillo cuando el máximo directivo de Aguas de Barcelona subió al escenario a recoger el reconocimiento de la patronal a la tarea que la empresa barcelonesa ha desarrollado en favor del medio ambiente.
Simón y Mas ni siquiera se sonrieron. El primer ejecutivo de Agbar mostró su malestar con una actitud casi displicente frente al President. Se limitaron a darse la mano y a posar para la foto protocolaria ante la incomodidad latente del presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Miquel Valls, y el de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, que entregaban el galardón junto al President.
Agbar no olvida que la Generalitat ha adjudicado la gestión de Aigües Ter Llobregat (ATLL) a Acciona, su competidor. Ha denunciado que el concurso estaba hecho a medida de la compañía presidida por José Manuel Entrecanales y lo impugnará. Ha anunciado incluso que judicializará un contrato con 50 años de duración. Simón y Agbar tiene presente todavía la negociación de meses para privatizar esa empresa público y no se olvidó tampoco en la noche en la que se reconoce su tarea empresarial y su larga vinculación con el territorio, como recordó Foment al entregar el premio.