Los relojes de Patek Philippe, inmunes a la crisis
La compañía Patek Philippe España, con sede central en Barcelona, ha reelegido como presidente y consejero a Thierry Stern, quien viene ocupando el cargo en la filial española desde su constitución en 1998. Stern es el máximo ejecutivo de la multinacional suiza y se le considera uno de los primates de la industria relojera de la Confederación Helvética.
Patek Philippe España no fabrica en el país. Desde su sede de la Diagonal barcelonesa, se dedica a comercializar los opulentos relojes manufacturados por los maestros artesanos de la firma ginebrina. Su plantilla se limita a once personas y la clientela está formada apenas por dos docenas de detallistas.
Dado el alto precio de los cronómetros y el desmayado consumo imperante, podría pensarse que las ventas de casa se han enflaquecido de un tiempo a esta parte. Nada más lejos de la realidad. La compañía crece sin cesar y supera año tras año sus propias marcas anteriores.
En su último ejercicio fiscal, cerrado en enero de 2014, la facturación cogió un nuevo impulso y alcanzó los 50,7 millones de euros. Tal cifra supera en casi un 5% la del periodo anterior y nada menos que en un 180% la de 2007, cuando llegó a los 18,1 millones.
En punto a resultados, los beneficios de 2014 superan limpiamente por vez primera los tres millones, con alza de un 50% sobre 2013. En 2007, el excedente apenas rebasó los 50.000 euros.